Capítulo 6 ~ Una ducha artifial

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Capítulo 6

Saqué una bolsa con guisantes congelados del frigorífico, y se la puse a Mia en la frente. Quizás el frío la haría despertar. Y efectivamente; poco a poco comenzó a abrir sus ojos, hasta esbozar una pequeña sonrisa. Parecía no acordarse de nada de lo sucedido. 

-¿Estás bien? Llevo esperando un cuarto de hora, y no te has movido. Me estaba empezando a preocupar. -La dije, quitándole de encima la bolsa de guisantes. 

-Sí, estoy bien, pero me siento.. rara. ¿A ocurrido algo? Creo recordar que pasó algo extraño antes de desmayarme. -Dijo incorporándose y poniéndose la mano en la cabeza. 

-No, simplemente te debió de dar una bajada de tensión. Estábamos comiendo palomitas, ¿recuerdas? -Mentí.

-No Lucie, falta algo más. ¿Que pasó después? Vi algo... estoy segura. 

-No sé de que me estas hablando.. -Volví a mentir. Odiaba hacer esto, pero Blas me dijo que no podía contárselo a nadie. Y eso, quisiera o no, incluía a Mia. 

Pasamos el resto de la noche viendo películas y series. Especialmente thrillers de terror y psicológicos. Me encantaban, pero como es natural, también tuve que ver alguna de Harry Potter, por Mia. Lo último que llegamos a ver fue "Legión" y no nos acabó por gustar demasiado. 

-Lo que es la película..esta bien, pero me esperaba algo más.. -Dijo Mia dando un trago de agua.

-Yo también, pero hemos pasado una buena noche. -Dije satisfecha y apoyando mis pies en el otro extremo del sofá. 

-¿Te imaginas la tierra llena ángeles y diablos? -Me quedé petrificada durante unos segundos.

-¿Qué? -Dije

-Sería genial. 

-Deja ya el tema -La contesté poniéndome más seria. 

-Eh, ¿te ocurre algo? te noto tensa, bebe un poco de agua. -Me dijo tendiendome un vaso.

-No, estoy bien, solo.. un poco cansada. 

-Chicas, ya es tarde. Mia, me ha llamado tu madre, te tengo que llevar a casa. Al parecer a habido problemas familiares. -Dijo mi madre entrando en el salón 

-¿Sí? ¿Qué ha ocurrido? -Preguntó extrañada, levantándose del sofá igual que yo.

-No lo sé, supongo que te lo contará todo al llegar a casa. ¡Venga, vámonos!- Dijo Beth moviendo las llaves de la camioneta en el aire. Últimamente estoy llamando a mi madre por su nombre, en vez de mamá. Me despedí de la musaraña con un abrazo no muy pegajoso, y subí a mi cuarto. 

Me puse una camiseta de manga corta muy amplia y unos pantalones cortos de cuadros. Entré al baño y me hice una coleta alta, mientras hacia muecas extrañas delante del espejo. Observé con detenimiento mis ojos y no pude evitar soltar una leve risa al ver lo estúpida que parecía haciendo ese tipo de tonterías. 

Me tiré en mi cama y me puse algo de música. De repente, Blas se me vino a la mente. ¿Que quería de mi? ¿Y por qué tanto misterio de repente? Hoy, en un solo día, han pasado demasiadas cosas. El Diablo y su hermano, un ángel.. ¿De verdad existen? no creo en seres mitológicos, pero al ver las alas negras de Blas, creciendo de su espalda, dudé. ¿¡Que mierda está pasando!? y el jarrón roto, eso a sido demasiado misterioso. Las cosas no se arreglan solas, y ni si quiera parecía que se hubiera arreglado por alguien. El jarrón estaba intacto y perfecto, como si nunca nadie lo hubiera tocado. 

Un Diablo Enamorado {BlasAuryn} (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora