Capítulo 12

494 40 5
                                    

Capítulo 12

  

Me quedé paralizada mirándole. Intentaba controlar mi respiración lo mejor posible, para que no se notara que estaba nerviosa. ¿Qué hacía aquí? Separé mis labios y retrocedí un paso muy despacio.

-¿Que haces aquí?... -Dije en un finísimo hilo de voz, casi quebrado. Blas hasta ahora se había mantenido serio, pero no distante. Tenía cierta duda en su mirada, y quizás hasta preocupación.

-Vine... -Hizo una pausa para coger aire y tragar saliva. - A verte..

-¿Te crees que puedes desaparecer de la nada y de repente un día aparecer así porque sí? -Dije con la voz temblorosa. Blas, aún nervioso, se aproximó hacia mi. Y yo sin dejar que me tocara, puse las manos delante en señal de que se detuviera. Blas paró en seco, y me miró directamente a los ojos. Pude notar como sus pupilas azules comenzaron a cristalizarse, y su labios a tiritar, pero no de frío. Dejó de mirarme por unos segundos, para mirar a su izquierda. Dirigí mis ojos a sus puños, los cuales mantenía apretados cada uno al lado de su correspondiente bolsillo. Volví mi mirada a su cara. Apretó sus labios muy fuerte y tragó saliva, haciendo así que su nuez se pronunciara notablemente. Inesperadamente volvió a mirarme. Parecía querer decirme algo, pero sin atreverse. Parecía...¿asustado?

-Lo siento. -Dijo. Retuvo sus lágrimas. No, no iba a llorar. No sé como lo hizo, pero se lo aguantó.

-¿Por qué haces esto?

-¿Hacer qué? -Parecía que ya se estaba calmando.

-No seas ignorante. ¿Por qué habéis desaparecido tú y tu hermano?

-Yo no quería..

-No, claro que no. -Dije sarcásticamente. Me crucé de brazos y respiré ampliamente.

-No sabía que me echarías en falta. -El también se cruzo de brazos, y torció su cabeza. Reí.

-¿Qué? para nada te necesitaba, solo me extrañó el hecho de que desaparecieseis. Nada más.

-¿Nada más?

-Sí.

-Bien. De ahora en adelante, yo haré lo mismo.

-¿A que te refieres?

-Tengo unas pruebas para ti. -Dijo, ignorándome por completo. Sacó de su bolsillo trasero una libreta negra. Mojó su dedo con su lengua, y pasó página. Dio un pequeño chasquido y sacó una pluma del mismo bolsillo.

-Ya estas con tus trucos... -Dije sonriendo hacia otro lado.

-Efectivamente -Dijo serio, y sin mirarme. No sé por qué eso me molesto. Antes estaba a punto de comenzar a llorar a lágrima viva, y ahora se comportaba frío y cortante. ¿Qué diablos? Observé disimuladamente lo que se hallaba escrito en la libreta. Creo que Blas lo notó, pero no le importo. Tenía una hermosa caligrafía.

-Aquí estoy -Dijo, mientras seguía leyendo la libreta. -Y por cierto, gracias.

-Blas, me gustaría que dejaras de leer mis pensamientos.

-¿Estás de broma? es divertido. -Me miró y sonrió. Esta vez yo no le devolví la sonrisa. Parecía una sonrisa simpática pero yo sabía que no lo era. Qué imbécil, estaba jugando conmigo. Volvió su vista a la libreta.

-Gula, prueba fallida.. -Oí como decía en voz alta mientras lo escribía.

-¿A sí que eras tú?

-¿Quién pensabas que sería el que colara plumas negras bajo una puerta verde pistacho, que anteriormente había sido negra, solo para asustarte? -Creo que se fijó en mi rostro lleno de perplejidad, porque volvió a sonreír efusivamente.

Un Diablo Enamorado {BlasAuryn} (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora