Capítulo IV un viaje inesperado

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Poché:

Al siguiente día estaba casi lista para salir a mi trabajo, tenía mil pendientes pues soy una exitosa fotógrafa y estaba empezando un gran proyecto, por otro lado me sentía muy motivada por qué se me estaba ocurriendo una brillante idea, pero no sabía que tan descabellada podía llegar hacer, eran las 7 de la mañana desayuné lo más rápido que pude me arregle y salí literal corriendo a mi trabajo.

Tenía que tomar unas fotos para la portada de una reconocida revista, Salí de allí a las 2pm, me quedaba el resto de tarde libre por lo que decidí llamar a Daniela, pero cuando revise mi celular tenía un mensaje de ella "Buen día María José, cómo has estado?" Fue enviado esta mañana nose por qué no lo había visto, ese mensaje me alegro mi día. "Hola, Daniela muy bien y tú? Oye disculpame responderte hasta ahora no había visto tu mensaje". Me preguntaba por qué se me dificultaba hablarle más tierno por decirlo de alguna manera.

D: Poché estás muy ocupada? Me gustaría verte

P: Para ti nunca estaré ocupada, donde nos vemos ?

D: Que linda 😍, te parece en el bar donde nos conocimos?

P: No más que tú, si dale hay estaré, ya nos vemos.

Juro que esta mujer me gusta muchísimo es tan dulce, no sé por qué no me sentía capaz de decirle lo que sentía por ella, pero bueno me bastaba con verla para sonreír el resto de mi día, cogí el camino más rápido para llegar y estuve hay en menos de 20 minutos, cuando entre Daniela estaba sentada en la misma mesa donde charlamos ayer.

- Esperas a alguien? Le dije sorprendiendola por la espalda

- Me asustaste, si la verdad espero a una chica bajita de cabello azul, muy linda por cierto. Me respondió riéndose de manera intimidante

Verla realmente me gustaba mucho, me senté en la mesa y pedí lo mismo que ella estaba tomando, hoy cambiaria mi rutina.

- No digas eso por qué me lo puedo estar creyendo le dije sosteniendole una mirada

- Que linda estás hoy señorita Poché, gracias por venir la verdad quiero decirte algo. Juro que apenas dijo eso me asusté nose todo me empezaba a temblar

- Gracias señorita Daniela, le dije sin mirarla, sentía algo de pena, la coquetería no era mi fuerte - Y que me quieres decir ?.

- No te lo diré en este lugar, tómate eso rápido y vamos a otro sitio, necesito algo más tranquilo eso me sonó a una orden, lo cual se me hacía demasiado exitante.

Terminamos nuestras bebidas y salimos del lugar, está vez no me dejó conducir por lo cual nos fuimos en el coche de ella, pregunté que a donde íbamos, pero no me respondió nada. Solo me miraba y sonreía con eso me bastaba ¡Dios que mujer! Pensé, la verdad nose a donde nos dirigimos sólo sabía que estaba con ella y para mí era suficiente. Al cabo de masomenos 1 hora me dijo - llegamos ! Bajamos del auto y solo veía un lugar raro un tipo bosque o algo parecido, en realidad empezaba a asustarme, no por ella si no por lo solo de ese lugar, enserio que quería algo muy tranquilo pero no imaginé que tanto.

- Sigueme, y no digas nada hasta que lleguemos, te voy a vendar los ojos y solo escucharás mi voz, eso me ponía algo inquieta pero me gustaba creo que su manera de hablar me empezaba a gustar

No respondí nada solo me limité a hacer lo que me decía, aunque era algo arriesgado confiaba en ella, empezamos a caminar por un camino algo rocoso podía sentir barro y sabía que estabamos descendiendo - Falta mucho? Le pregunté para poder escucharla, aunque venía sonteniendo mis caderas mientras me guiaba, - No, tranquila ya estamos llegando, me respondió con algo de gracia y susurrando en mi oído, eso me exito muchísimo sentí un escalofrío en mi piel por la manera en que me lo dijo, duramos entre 20/30 minutos caminando hasta que porfin llegamos, pero no me quitaba la venda de los ojos - estás lista Poché? Fue lo último que me dijo.

Después de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora