Prólogo

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Durante años la paz reino entro los dos clanes más poderosos de la mafia, ambos tenían un vínculo que los unía: la hermandad.

Estos poderosos clanes eran considerados los más peligrosos, uno de ellos era el Clan Kim proveniente de Seúl, Corea del Sur; el segundo era miembro de los Yakuza, proveniente de Tokio, Japón: el Clan Choi.

Ambos jefes de la mafia eran hermanos, a diferencia de otros ellos no peleaban entre sí. Al contrario cuidaban uno del otro; sin embargo la verdadera líder Yakuza era la esposa del hermano menor quien le cedió el poder molestando a más de uno.

Los rencores surgieron porque los demás clanes no podían superar la "prosperidad" de ambos hermanos, pues estos se escudaban en empresas con gran renombre.

La riqueza y el poder generan envidia, sobre todo en aquellos que consideran tomar un lugar que no les corresponde.

El clan Kim decidió ampliar sus horizontes en el mercado chino, lo cual molesto a más de un jefe de las triadas y las represalias por la pérdida de ganancias no se hicieron esperar.

Las triadas se aliaron con algunos enemigos de los hermanos, logrando la muerte de uno de ellos. A pesar de lo ocurrido el poder de ambos clanes no disminuyo ni un poco, pues tras la muerte del líder se llevaron a cabo ciertos ajustes de cuentas.

Con la esposa del líder Kim quedando en el puesto de su difunto marido, muchos mostraron descontento porque el lugar lo tomara una mujer.

Sin embargo a pesar de las negativas los miembros del clan aceptaron a su nueva líder; por lo cual ante la protección de los miembros Kim Yoona quedo como líder del clan Kim.

Con la promesa de que al crecer el primogénito ocuparía su lugar, nadie había visto al pequeño de recién años cumplidos; se suponía que sería presentado ante los miembros del clan como el sucesor del clan pero los planes habían cambiado.

El pequeño quedo bajo el cuidado del hermano menor de Yoona, sin conocer el poder de su legado.


<<Seúl, Corea del Sur>>

    El silencio que reinaba la habitación fue interrumpido por suaves golpes en la puerta.

Un hombre vestido pulcramente de negro entro con un aire de superioridad tomando asiento en el elegante sofá negro de cuero.

-Mi señor, el chico está viviendo con su tío.-

Esa respuesta fue un alivio para su consciencia, el pequeño hombrecito estaba a salvo de una vida llena de violencia, muerte y sangre.

Dejaría que viviera en paz, que tuviera una vida diferente aunque en el fondo sabía que el pasado siempre regresaba pero hasta ese momento él se haría a un lado.


La casa se volvió ruidosa por la llegada de sus hijos... Esperaba que ellos se conocieran y se hicieran amigos. Ellos serían los sucesores del legado Kim y Choi.

El pequeño debía hacer frente a su futuro pero por ahora dejaría que se divirtiera que fuera feliz junto a sus amigos y quizá con su pareja.

Sabía que bajo el cuidado de Heechul el chico crecería fuerte y decidido, la madre del chico lo había abandonado tras la muerte de su esposo, ella había quedado cómo líder del clan Kim.
Dejando a su hijo a salvo con su hermano, ¿que tanto le contaría Heechul sobre su legado? ¿Le diría la verdad?

Por ahora las cosas marchaban a la perfección de esa forma, después de todo tarde o temprano Kim Jongwoon debía afrontar su futuro.

Sentimientos Rotos -KyuSung-Where stories live. Discover now