Ese movimiento había sido infalible, ella estaba segura de eso. Había lanzado un anzuelo que aquel chico no dudó en morder como un pez ancioso en busca de su carnada ¿pero que pasará ahora? ¿será aquel chico tan ingenioso como para seguirle el paso? O aquella imagen de héroe literario que había creado en su cabeza para darle una historia a ese desconocido se quedaría solo en eso... expectativas vacías.
Deseaba no ser defraudada, que fuera incluso más de lo que ella pensaba porque aún cuando jamás había escuchado su voz o sentido la calidez de sus manos sobre la de ella, ella sentía ese chispazo extraño cuando lo veía llegar y tomar sus interminables notas.
Sonreía complacida mientras caminaba a casa, un mar de escenarios inundaban su cabeza.
"Él llegando con el libro y sentándosea su lado"
"Ellos hablando sobre el clima unotro tema que sirvierade base para una conversación que duraría horas"
" O simplemente él llegando y diciendo que ese era un momento que había esperado durante mucho tiempo"
Cada escenario era posible en este mundo tan incierto y para una fanática de los amores a primera vista, de los romances sin sentido pero apasionados y de las vueltas interminables que da la vida aquel chispazo podía significa un océano de posibilidades.
Un brillo travieso llenaba sus ojos, un brillo que se había empañado hace tiempo gracias a los dolores y la pena que la acompañaron durante demasiado tiempo.
Dan estuvo sentado en la banca de aquella chica durante una hora aproximadamente. Sin duda aquella invitación lo había tomado por sorpresa y tendría que ser muy cuidadoso respecto a su plan de ataque. Imaginaba a aquella chica mas tímida y cohibida, como un animalito indefenso en busca de protección, pero aquel simple papel le había dado una nueva perspectiva. Debía aprender a no dar las cosas por sentado y menos con ella que aún pareciendo agua pacífica podía transformarse en tormenta y arrasar con todo.
Al día siguiente Dan llegó con un ramo de camelias. Recordó que el único libro que aquella chica llevó mas de una vez al parque fue el de "La Dama de las camelias" de Alejandro Dumas, llorando con disimulo cada vez que llegaba a la parte trágica de la historia, le pareció un dato conmovedor e interesante, aquel sería el movimiento perfecto y demostraría que estaba al pendiente de cada detalle. El ramo llevaba una tarjeta con una de las frases de aquel libro que tanto le encantaba a ella. Dan siempre leía los libros que aquella chica también leía, guardando la esperanza de casualmente iniciar alguna conversación sobre literatura con ella y así pasar los muros invisibles que la alejaban del mundo.
Dejó el ramo en la banca alejandose hasta una de las bancas menos visibles y solo se sentó a esperar a que ella llegara, quería mantener las cosas interesantes y el misterio parecía una buena opción para eso.
Alyssa usó un vestido de verano rosa aquel día, buscó a aquel chico delgado por todas partes sin éxito aparente, notó un pequeño bulto de color blanco y al acercarse descubrio una docena de camelias, sus favoritas, su pecho se apretó y aquella sonrisa radiante fue inevitable. Aquél chico estaba jugando bien sus cartas, pero ella es mejor jugadora de lo que aparenta. Una tarjeta cayó al suelo, la tomó y leyó, solo esas letras bastaron para dejarla en una pequeña nube de ensoñación.
" primeras en su amor propio, las últimas en su estima."
Creo que ya entiendo el nivel de aflicción de Armand Duval al conocer a una criatura tan hermosa y única en su clase como lo fue Marguerite, espero que no crea que me apresuro intentando adivinar el futuro, pero soy optimista y espero volverme muy pronto una necesidad para su dulce corazón.
La Dama de las camelias es una historia muy interesante, entiendo porqué es tu favorita ¿pero no te gustaría tener una propia? ¿una que te robe suspiros? Estás de suerte pues yo planeo ser escritor y tu gracias a tu peculiridad ante las demás criaturas de tu clase te has vuelto mi musa.
Pd: te dare tu libro cuando lo termine, espero no te moleste.
Daniel.
¿Aquello realmente le estaba pasando a ella? Una mano voló a su pecho y sintió los latidos de su desbocado corazón. Era real y ahora aquel chico a la distancia tenía un nombre...
Él la miraba, su cara partida en dos debido a la enorme sonrisa, los rayos del sol jugueteando en su pelo y aquel vestido que hacía que aquel ser tan hermoso se elevara a lo angelical. Disfrutó cada movimiento de ella y murió de intriga cuando la vio escribir una pequeña nota y dejarla pegada en el respaldo de su asiento. Se marchó sonriendo y eso pareció indicarle que el inicio de algo nuevo se avecinaba.
Corrió en busca de la nota como un niño emocionado por cer a su madre luego de un largo día, en cuanto ella desapareció de su campo de visión tomó el papel entre sus dedos mirando aquella caligrafía que agitaba tanto a su corazón .
Interesante cita la que elegiste, pero creo que algo errada para la ocasión, de igual forma me ha encantado el ramo de camelias y ese es un punto a tu favor.
Espero que tu historia sobrepase a mis expectativas y que realmente me saque algunos suspiros, es un honor ser su musa pequeño escritor, pero no conseguirás nada si no te acercas un poco e intentas descubrir que hay debajo de todas mis capas.
¿lo haras?
Alyssa.
Estaban a mano por ahora, soltando promesas de dar más cuando aún no existía nada concreto.
Que curiosa forma de encender fuego... esperemos que pronto no se vuelva todo cenizas.
![](https://img.wattpad.com/cover/129383630-288-k534538.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Chica En La Banca.
القصة القصيرةQuiza sea un cliché, quizás no. Pero no lo sabras con certeza hasta que lo leas.