Tras Bambalinas [Ruggarol]

21. Saciarse.

Lima, Perú

18 de abril de 2017

1 mes y 19 días antes...

Ruggero

— No podés hacerme esto Ruggero -su voz se escuchaba quebradiza. — ¿Que ha pasado en mi ausencia como para que llegaras a esta decisión? No quiero ni pensar que la razón sea por... -sabía hacia qué rumbo iban sus palabras por lo que me apure a interrumpirla para evitar que pronunciara el nombre que sabía iba a decir.

Los celos de Candelaria comenzaron un par de meses después del estreno de Soy Luna, cuando el furor por "Ruggarol" había incrementado impresionantemente, al parecer la gente comenzaba a reconocer que existía una chispa entre Karol y yo, y por "comenzaba" me refiero a que antes la pareja que todos querían era "Ruggelaria" pero mediante Soy Luna se desarrollaba y Luna y Matteo evolucionaban llegó un momento en el que "Ruggarol" se salió de control y ahí fue donde los celos de Cande se avivaron, cada que ella planteaba la remota posibilidad de un amorío con Karol yo se lo negaba rotundamente por el simple hecho de que realmente mi amistad/hermandad con ella era solo eso, una muy fuerte amistad, o eso es lo que yo creía, no estoy muy seguro de cómo es que caí rendido a los pies de esa mexicana, supongo que poco a poco esa amistad se transformó en amor o quizás desde un comienzo estuve reprimiendo mis sentimientos, la verdad no lo se.

Recuerdo cuando Candelaria conoció a Karol, al instante noté como se relajaba, creo que subestimó a la adolescente de 15 años de ese entonces, jamás pasó por su mente que ella podría ser un peligro para su noviazgo conmigo.

— Necesito que te calmes y no digas cosas que...

-Me ignoró completamente y me arrebató la palabra. — Es que yo sabia por Dios, si dejó a su ex novia por mi, que fui su compañera de Violetta, ¿Qué me hizo pensar que no me dejaría por su compañera de Soy Luna? -dice con frustración lo que parece un cuestionamiento más para si misma que para mi.

Estaba seguro que me diría algo así, algo donde tocaría mi pasado con Chiara Nasti, mi ex novia italiana.

— No metas mi pasado Candelaria, los noviazgos para eso son, para conocer a esa otra persona e intentarlo y ver si estas dispuesto pasar el resto de tu vida con ella o simplemente darte cuenta que no es lo que necesitas, y aunque he pasado momentos inolvidables contigo, la monotonía nos esta consumiendo, quiero seguir buscando a esa persona que no deje que nuestra relación se vuelva una simple rutina - hable tan rápido que al terminar sentí que me faltaba el aire pero ese sentimiento abrumador de estar guardándome lo que pienso se había ido.

Me miró expectante y después dejó caer su cabeza hacia el respaldo del sillón donde estaba sentada para luego tapar la cámara de la computadora con su mano — Recordá que iré a México Ruggero -dijo omitiendo todo lo que le había dicho anteriormente. — Tenemos que hablar, no podés solo decirme todo esto y pedirme un tiempo así como así, ¿entendés que llevamos dos años de relación? tenemos que hablarlo en persona -dijo inestable. — Tenemos que hablarlo en persona -repitió en un susurro, lo que me hacia pensar que trataba de darse calma a ella misma.

— Candelaria quita la mano de la cámara por favor -pedí algo preocupado mientras me levantaba de la cama como si eso fuera a lograr acercarme a ella del otro lado de la pantalla.

Lo único que obtuve fue que finalizara la videollamada e intente llamarla de nuevo pero no obtuve respuesta.

Avente el celular a la cama al sentir impotencia, no debí haber hecho esto a distancia, pero es que estaba en un punto donde me sentía ahogado, tenia que hacer algo al respecto.

Ahora lo que seguía era hablar con Karol sobre todo esto.

(...)

Medellín, Colombia

19 de abril de 2017

Karol

Desde el show de ayer que no hablaba con Ruggero, intercambiamos miradas en el aeropuerto de venida a Colombia, el me sonreía pero parecía que detrás de esa curva en sus labios había algo que le acongojaba, trate de acercarme a el para preguntarle que era lo que lo angustiaba pero mi madre procuraba no separarse de mi.

Estando ya instalados en el hotel en Medellín me escabullí hacia el cuarto de el, toque un par de veces y no obtuve respuesta, ¿se habrá ido con los chicos a recorrer la ciudad? saque mi celular para enviarle un mensaje pero justo en ese momento un Ruggero adormilado abrió la puerta, se veía muy tierno tallándose un ojo con su puño para trata de espantar el sueño.

— Pensé que te habías ido con los chicos -di un par de pasos al frente para ponerme de puntitas y darle un beso en la mejilla en forma de saludo, eso pareció despertarlo.

— Noo, decidí quedarme y dormir un rato antes de ver el tercer capitulo de Soy Luna - se hizo a un lado para dejarme pasar.  — ¿Tu no haz visto la serie?

— Nop, pero no vengo acá para hablar sobre eso Ruggerito, se que algo te pasa.

— ¿Tanto se nota? -parecía sorprendido.

— Mucho, sabes que ambos somos muy transparentes, cuando nos pasa algo siempre es muy fácil que la gente se de cuenta -me aproximo a el para tomarlo de la carita con ternura. — Cuéntame que te pasa.

Se quedó analizándome unos segundos y en eso sentí sus manos colocarse en mi espalda baja con la intención de jalarme más hacia el, me tomó totalmente desprevenida pero lo que me dejó en estado de shock fue cuando sentí sus labios posicionándose sobre de los míos, el estaba besándome, besándome de verdad.

Mi respiración se quedó atascada en mis pulmones, no sabia exactamente que hacer, este era mi primer beso. Hice lo primero que se me ocurrió y coloqué mis manos en su nuca y después intente seguirle el ritmo, quizá de manera torpe pero hice mi mejor esfuerzo, las famosas maripositas en mi estómago estaban descontroladas, siempre las sentía cuando de Ruggero se trataba pero esta vez la sensación era el triple de fuerte, esa mezcla embriagadora de calor y electricidad era demasiado para mi cuerpo y el ritmo del beso estaba subiendo de tono, era como si estuviéramos sacándonos todas las ganas, pero eso jamás pasaría, o al menos a mi, nunca lograría saciarme completamente de Ruggero.

Su boca era demandante, y me asustó en el momento en que la abrió para que su lengua buscará permiso de saquear la mía, temblorosa e insegura de hacer algo mal separe mis labios y uní mi lengua con la suya y sinceramente la calidez que su boca me ofrecía me pareció exquisita.

El movió sus manos a mi cadera y yo de tenerlas en su nuca las pase a su pecho, de pronto besarnos en los labios dejó de ser suficiente para nosotros y nos separamos en busca de algo más, vi a Ruggero con toda la intención de atacar mi cuello pero la poca cordura que me quedaba apareció en ese microsegundo en el que nos separamos e hice espacio entre el y yo.

— Rompiste el acuerdo... -mi respiración estaba agitada y seguramente mis mejillas ruborizadas a morir.

El negó ha como pudo también gracias a lo mucho que se le dificultaba respirar.

Fruncí el entrecejo confundida esperando que se diera a explicar.

— Mi relación con Candelaria está pausada, por ahora.