17. Razona con tu cerebro.

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"Necesito un minuto quizás una eternidad para acércame a lo que quiero de verdad."

Montevideo, Uruguay

13 de abril de 2017

Karol

Pensar y comerme la cabeza era todo lo que hice en el trayecto del hotel al lugar donde sería el concierto y mi tic en las manos estaba más evidente que nunca.

Mantente quieta Karol -me reprendió mi madre mientras me daba un leve manotazo. — Ya llegamos.

Apenas había bajado de la Van cuando ya sentía una mano rodeándome el brazo. No era necesario voltear hacia atrás para saber de quien se trataba, la calidez de sus manos y el metal frío de sus anillos era muy familiar para mi.

¿Puedo robarle a Karol unos minutos? -le preguntó Ruggero a mi madre y ella muy a su pesar accedió.

5 minutos -sentenció para luego alejarse junto con Alan y Alejandro.

-Voltee a verlo. — Debiste preguntarme primero a mi si quería hablar contigo Ruggero -jalonee mi brazo para que me soltara.

Me haz visto con Candelaria... -dijo yendo directo al grano ignorando mi comentario anterior.

El recordatorio de aquello me hizo sentir una corriente eléctrica subir por toda mi columna vertebral y avivar todos esos sentimientos que sentí justo en aquel momento cuando lo vi de la manera en que lo vi con Cande.

Te he visto con Candelaria. -reafirmé fingiendo cierto desinterés al cruzarme de brazos y mirar hacia un costado de mi, pero creo que mis gestos me hicieron ver más obvia.

Se acercó y me tomó de la barbilla con delicadeza para obligarme a mantenerle la mirada y a su vez hacerme algún tipo de cariñito en esa zona. — Sabes que no puedes estar molesta por eso Karol -el calor de su aliento rozó mi rostro. — Te pedí tiempo, evidentemente todavía no puedo hacer ningún movimiento.

Esa estúpida manera tan suya de decirme las cosas siempre lograba persuadirme y por un momento lo lograría de nuevo hasta que las palabras de Katja empezaron a rebotar en mi cabeza.

Quite con fuerza su mano de mi barbilla y retrocedí varios pasos. — Estamos haciendo las cosas mal Ruggero, lo mejor será que pausemos las cosas aquí, tu cierra los ciclos de tu vida que tengas que cerrar y yo continuaré con lo mío, cuando tú tengas tu vida en orden y si aún decides elegirme a mi y si yo aún decido elegirte a ti podemos... -me interrumpió rotundamente.

¿Quien te metió toda esa mierda a la cabeza? -sus facciones estaban desencajadas, como si le hubiera dicho la peor cosa del mundo.

No es ninguna mierda, es lo correcto, en primer lugar nunca debiste confesarme tus sentimientos, no antes de terminar con Candelaria -repetí las palabras de Katja sin importar lo difícil que era hacerlo.

Parecías de acuerdo con eso cuando te lo dije -escupió molesto. — ¿Haz hablado con alguien verdad?

No -mentí. — Y si fuera así ¿cuál es el problema? -le conteste demasiado altanera.

Era mejor no meter a terceros para evitar exactamente algo como esto...

Lo que me falló no fue meter a terceros... creo que lo que no debí meter fueron sentimientos hacia ti, ese si que fue mi jodido error -le di una última mirada dolida y lo dejé ahí, solo.

Tras Bambalinas [Ruggarol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora