Capitulo 35

410 26 0
                                    

Desde el otro lado destrabaron una serie de cerrojos, un segundo después la puerta se giró hacia afuera. Cuando era visible el interior del cuartel, para ninguno fue una sorpresa ver quién los recibió, nada más y nada menos que, Janson "La Rata".

-Bienvenidos, Aria y Thomas.- exclamó enseguida con demasiada alegría que provocaba que Aria quisiera vomitar sobre él. -Nadie me creía que ustedes volverían, yo nunca dejé de confiar en ustedes. Me alegra que haya tomando la decisión correcta.-

Aria casi cae de rodillas al suelo, Thomas se preocupó al verla sin lograr entender si de verdad era parte de la actuación o era totalmente real debido a su vulnerabilidad ante el frío.
-Comencemos de una maldita vez, Janson.-

Janson la examinó por unos segundos, rápidamente los dejó pasar. El hombre de CRUEL conocía perfectamente lo que podía pasarle a la chica, conocía los riegos al igual que el desperdicio que sería perder a la chica antes de utilizarla para su beneficio. Todos tenían muy claro que Aria no podía bajo ninguna circunstancia, estar débil antes de continuar con las pruebas. -Excelente idea, me parece muy justo. No queremos que se mueran del frío, no, no, no, sería desperdiciar el viaje.-

-Cállate y déjame pasar, Janson, o me moriré del frío y te patearé el trasero con las últimas fuerzas que me quedan.- espetó Aria volviendo a sacudirse, cuando Janson se hizo a un lado para dejarlos pasar la chica le dedicó una mirada a Thomas, el chico entendió que no todo era actuación. La chica no había estado expuesta nunca al frío, solo en dos ocasiones; la primera cuando descubrieron su enfermedad y la segunda, en ese mismo instante, por lo que no tienen ninguna defensa en contra de él. Entraron rápidamente detrás de Janson y comenzaron a caminar por el vestíbulo que tenía un nuevo aspecto, muy diferente al desastre que habían dejado la otra vez.

Continúan controlando todo el dinero.

-Pensé que podríamos pasar unos minutos por mi oficina.- dijo Janson mientras doblaban a la derecha.
-Lamentamos muchísimo lo ocurrido en Denver. Es una pena que una ciudad con tanto potencial se pierda de tal manera. Una razón más para hacer esto con mayor prisa.-

-¿Y qué es lo tenemos que hacer?- preguntó Aria, aún su voz se escuchaba apagada y temblorosa.

-Hablaremos de eso en mi oficina. Allí nos espera nuestro equipo líder.-

Aria y Thomas intercambiaron una mirada, debían colocar ese dispositivo rápido antes de llegar a la oficina de Janson o no tendrían otra oportunidad antes de que fuera demasiado tarde.

-Bien.- dijo Thomas -Pero primero tengo que ir al baño.-

Aria lo miró con mirada asesina y Thomas se limitó a encogerse de hombros. Fue la única manera más segura que se le ocurrió para poder estar solo y sin ningún par de ojos examinando sus pasos.

-Hay uno allá adelante.- dijo la Rata, señalando hacia dónde debía estar el baño curando el otro pasillo. -Te esperaré aquí.- Janson se colocó junto a Aria, la chica se mantuvo cabizbaja.

Thomas entró al baño sin decir una palabra.

Janson posó su mirada en Aria.
-Siempre vuelves al camino del bien, eres terca pero siempre te decides por lo correcto. Esa es una de las cosas que más me gustan de ti, Aria. Eres una chica lista.-

Aria comenzó a fingir tambalearse.
-Sí, bueno... esa soy yo.-

Janson la sujetó por los brazos.
-¿Estás bien?- soltó una de sus manos, se la colocó sobre la frente a Aria y le levantó el rostro para verla bien. -Estás helada y estás temblando. Las temperaturas de afuera te han afectado.-

-Creo que estoy bien...- dijo casi en su susurro ya que sus dientes realmente temblaban al hablar.

Janson negó. -Claramente no estás bien, debo buscarte unas mantas para hacerte entrar en calor.- dirigió la vista hacia el baño, Thomas aún no salía.

Aventura en el Laberinto: [Gally]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora