Aventura en el Laberinto: [Gally]

Capítulo 26

Ya habían pasado tres días desde que habían visto a Newt, los dos días anteriores elaboraron el plan que seguirían a partir de la mañana de hoy. Normalmente todas las conversaciones llegaron a un mismo fin, volver con Gally y el Brazo Derecho.

Ahora los cinco se encontraban frente a la escotilla repasando el plan una última vez para volver a la ciudad fantasmal llamada Denver.

-Como la vez anterior, déjenme hablar a mi.-

Todos asintieron en apoyo, pero mantuvieron su vista fija en la castaña.
-¿Qué?- se quejó ella. -Ya dije que intentaré controlar mis impulsos.-

Jorge negó riendo, Brenda tomó la palabra.
-Y cuando estemos adentro, buscaremos un taxi. Volveremos al apartamento de Gally, ¿tienes la dirección, cierto Aria?- la castaña le mostró la nota con la dirección en mano. -Perfecto, creo que estamos listos.-

-Si es que todavía queda alguien que conduzca.- dijo Aria un tanto insegura mostrando una variable del plan de Brenda.

-De todos modos, basta de la charla miertera y vámonos ya de una vez.-

Jorge pulsó el botón y la escotilla comenzó a descender. Mientras la puerta continuaba su camino hacia el suelo, divisaron a tres personas delante del Berg. En cuanto el borde de la escotilla tocó el suelo, supieron que aquello no era un comité de bienvenida.

-Maldición, esto no parte del plan.- susurró Aria al lado de Thomas, Aria había permanecido con el arma en su chaqueta.

Habían dos hombres y una mujer, llevaban las mismas máscaras que Camisa Roja en la cafetería. Ambos hombres empuñaban pistolas y la mujer cargaba un Lanzador, sus rostros estaban sucios y sudorosos que parecían haber venido de una maldita guerra.

-¿Qué es esto?- preguntó Jorge observando a los tres hombres, discretamente hizo una señal a Aria con los dedos. La chica respondió de la misma manera dándole un poco de alivio a Jorge, la chica iba muy armada.

-Cierra la boca, Muni.- dijo uno de los dos hombres -Bajen con mucho cuidado o se arrepentirán, y no intenten nada raro.-

Aria analizó detenidamente su alrededor, los portones que conducía a Denver estaban abiertos y frente a el yacían dos cuerpos sin vida. Luego cambió su mirada a una juguetona y observó a los guardias.

-Si yo fuera ustedes, no dispararía.- los enfrentó Aria bajando de la escotilla sin levantar las manos, manteniendo todas las armas sobre ella. -Sería una idiotez de su parte, un disparo y nos tendrán como fieras sobre ustedes.-

-No tenemos nada que perder.- dijo el hombre -Puedes hacer lo que quieras, pero yo estoy seguro de que antes de que alguno de ustedes de un solo paso, hemos acabado con dos de ustedes.- el hombre levantó el arma hacia el rostro de Aria, la chica le sonreía con diversión.

-No haremos nada.- intervino Jorge levantando los brazos -Por ahora, tú ganas.-

Minho soltó un gruñido. -Ambos parecen dos payasos con agallas.- exclamó levantando las manos -Les conviene no descuidarse, solo eso les advierto.- Minho le lanzó una mirada cómplice a Aria en cuanto hubo bajado la escotilla completamente.

Thomas les siguió la corriente al igual que Brenda, ambos bajaron y alzaron las manos al aire a excepción de Aria quien todavía se encontraba cruzada de brazos manteniendo su posición frente a los guardias de máscara roja. Las miradas de todos se posaron en ella, la chica volteó los ojos y solo se limitó a levantar las manos al aire dejando los codos doblados.

-Lo siento, chaqueta de cuero.- dijo la chica con cara de víctima fingiendo que el abrigo no le permitía levantar los brazos.

El hombre que les había hablado volteó los ojos notablemente irritado, luego les hizo una seña a sus dos acompañantes y les comunicaron que se movieran al otro lado del Berg.