Lo lamentó mi señor [Kookmin]

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Jimin

Solo escuche el ruido de mi despertador, maldije en mi interior, no quería a ir a mi empleo sabia que vería al señor Jungkook.

Me levante con pereza de mi cama y me dirigí al baño para tomarme una ducha para poder despejar mi mente un poco. Cuando salí me puse mi mejor traje, tal vez no serviría de mucho, se que el jamas me vera como quiero que lo haga.

Baje las escaleras, pero de un momento a otro mi rostro se estampó contra la pared, solté un leve gemido de dolor,solo sentí una figura fornida en mi espalda mientras respiraba pesadamente en mi cuello.

JM: s-señor Jungkook podría parar por favor -y hay estaba ese aroma que me embriagaba y fascinaba de una manera que de tan solo oler el café mezclado un toque de menta y cigarrillo me excitaba de sobremanera.

JK: mochie~ ya te dije que me llames kookie, si no lo haces tendré que castigarte pequeño -sonrió de manera perversa dejando me una pequeña mordida en mi oreja- además acabo de regresar de Tokyo, no seas malo con tu amo.

Odiaba que el hiciera esto, pero tenia razón acababa de volver de su viaje de negocios, no nos hemos visto desde hace un año es normal que se comporte tan cariñoso ¿no?. Pero en el fondo de mi ser me alegraba y detestaba su llegada, no quería verle, sabia que me lastimaría como las ultimas veces.

JM: pero señor yo soy su servidumbre, ya no puedo llamarlo de tal manera, ya no somos unos niños.

Mi cuerpo se sintió mas ligero, el señor Jungkook se aparto ¿acaso se abra molestado? ¿dije algo malo acaso?

JM: ¿s-señor? -dirigí la mirada hacía el y hay estaba con ese traje que lo hacía ver su gran figura musculosa, se veía tan atractivo como siempre.

JK: ¿dirás algo o solo te quedaras babeando? -río de manera burlona.

JM: no estoy babeando, solo estaba pensando, es una cosa muy distinta señor Jeon -dije fingiendo estar enojado porque en realidad me estaba muriendo por la vergüenza- además ya es tarde, tenemos que ir al trabajo, y usted tiene que estar presente después de todo es su empresa.

Jk: pero tampoco te enojes mochie~ y no te preocupes por el trabajo yo te llevo, además como bien dijiste soy el dueño puedo llegar cuando yo quiera -camino hacía la puerta de entrada- ¿vienes pequeño?

JM: usted nunca cambiara, ¿verdad?-suspire cansado y me dirigí a la entrada en donde el se encontraba- vámonos señor.

Jk: jamas cambiare pequeño -sonrió coquetamente- amenos de que me lo pidas -acerco su rostro demasiado contra el mio, sentía su respiración chocando con la mía, mis orejas y mejillas ardían.

JM: s-solo vámonos señor -salí prácticamente corriendo asía el auto trate de tranquilizarme, mi corazón estaba tan agitado que estoy seguro que explotaría en cualquier instante.

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Cuando llegamos al lugar y entramos por aquellas grandes puertas, solo observe como el señor saludaba a todos con esa gran sonrisa, sentí una pequeña molestia al ver como una mujer se le acercó con tanta confianza dándole un pequeño beso en la mejilla al señor.