PARTE 1 - Sheyla

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A ver... supongo que para que entiendan como diantres acabé así primero deben saber como soy, aquí un pequeño resumen de mi vida y mi apariencia:

_Me llamo Sheyla, pero eso de seguro ya lo sabían por el título.

_Tengo 14 años.

_Soy de tez clara.

_Mido 1,53.

_Prefiero ver series y pelis en casa a socializar (Aunque amigos al menos tengo varios).

_Mi cabello es color castaño.

_Soy delgada (Demasiado diría yo)

_Odio el reggaeton, trap, etc... prefiero otros géneros .

_Adoro los gatos.

_Ah sí, también uso pañales.

Se estarán preguntando: "¿Pañales?", pues sí, pero vayamos poco a poco.

Era un día jueves, hacía frío y eso ya me quitaba las pocas ganas de ir al colegio, pero no tenía opción, no prestarme los cuadernos y ponerme al día en casa.

Luego de la larga caminata hacía el Lopez Vega toda la mañana transcurrió normal; los alumnos cansados, los maestros cansados, todos con ganas de que ya acabara el año escolar.

Tocaba Educación Física y no tenía ni ganas de ponerme a hacer ejercicio; pensé en evadirme, pero descarté la idea, era posible que me encontrara con algún profesor y terminara en la dirección.

Ya en la cancha el profesor Edgar mandó a formar parejas; no se si fue por despistada pero de un momento a otro casi todos ya tenían pareja.

Me acerqué a la única chica que seguía libre; Mishel, era una de las mejores jugadoras de vóleibol del colegio, ya había ganado unos cuantos galardones y los maestros la estimaban mucho; por otro lado era bastante reservada y apenas hablaba de temas que no fuesen vóleibol o estudios. También tenía un bonito pelo ondulado que le llegaba hasta la cintura, era mucha la envidia que tenían las chicas de mi curso hacia su cuerpo.

Empezamos con ejercicios de calentamiento, el siguiente ejercicio consistía en que alguien de la pareja se coloque en la espalda de la otra persona y se dejase elevar. Todo hubiese transcurrido normalmente de no ser porque escuché un sonido extraño al acomodarme encima de la espalda de Mishel.

Para mi sorpresa el extraño ruido provenía de su trasero. Decidí hacer algo arriesgado,  hize como que me deslizaba hacia abajo, de modo que ella tendríamos que posicionarnos nuevamente.

Me deslicé algo hacia abajo.

Mishel: Así está mal, de nuevo.

Sheyla: Vale. - Su voz fría no me sorprendió, era así como hablaba normalmente.

Ese pequeño lapso de tiempo fue suficiente para que mi espalda pudiera rozar su trasero un poco. Ella ni siquiera se inmutó y siguió con el ejercicio, parecía no haberse dado cuenta, lo único que se me ocurría que pueda llevar eran pañales, pero... ¿Acaso existían pañales de su talla? no tenía ni idea. Luego de que acabase la clase las chicas y los chicos se dirigieron a sus respectivos vestuarios.

Tuve otra idea que se me vino a la cabeza; luego de ver que Mishel se dirigía a la parte más al fondo de los vestuarios, a pesar de haber otros desocupados a menos distancia, todo eso me pareció inusual, por lo que aproveché el que todas estaban en sus cubículos duchándose para espiar un poco. Me quité las zapatillas para hacer el menor ruido posible y caminé de puntillas hacia el cubículo donde estaba Mishel.

Me sentí como en una película de espías al abrir la puerta lo más despacio que mis nervios lo permitían, tuve suerte al ver el momento exacto en que Mishel se bajaba el buzo, ¡Mi hipótesis era correcta!, vi perfectamente su pañal. Pero me fijé demasiado en la parte inferior, ya que no me di cuenta que Mishel me miraba fijamente. Me quedé helada y cerré de un portazo, me vestí rápidamente sin siquiera ducharme.

Ya en el camino hacia mi salón seguía pensando en lo sucedido, cuando sentí que un peso extra se subía a mi espalda.

María: ¡Sheyla! ¿Me acompañas a mi casa?

Sheyla: ¡Bájate loca!

Me sentí en trance creyendo que era Mishel en algún acto de venganza, mientras tanto María se mataba a carcajadas.

María: ¡Tuviste que ver la expresión en tu rostro! jajaja.

Sheyla: ¿Ah si? - Hice lo mismo que ella, solo que me incliné hacia la derecha.

María: Vale, vale, venganza hecha, ahora dime si o no.

Sheyla: Pues... - Titubeé luego de bajarme.

María: Anda, dí que si, me aburro mucho yendo sola.

Sheyla: Me convenciste al poner esa cara de gatito, jijiji.

Aquello me serviría para olvidar lo que pasó con Mishel, pero lo que no sabía era que ella ya había formulado un plan en su cabeza.

NOTA 

Hello, espero que les haya gustado este primer capítulo.

También agradecería que me den consejos sobre como quieren que se desarrolle la historia o sobre cosas que creen que falta, ya que es la primera vez que escribo en Wattpad, y encima sobre ABDL.

Eso era todo y se me cuidan :3 

Sheyla en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora