PARTE 9 - La noticia

6.6K 114 5
                                    

No tenía palabras para soltar, más aún viendo a Mishel con la cabeza gacha, había perdido toda clase de orgullo o superioridad en la casa.

Todas nos quedamos en la posición en la que estábamos por unos minutos, nadie se atrevía a romper esa atmósfera tan cargada de tensión, mi madre me miraba de una forma... dulce, ¡alto! ¿qué? no me miraba de una forma molesta o decepcionada. Empezó a caminar hacia mi y por instinto me cubrí esperando un buen golpe pero en vez de eso recibí un abrazo.

Mayra: Así que eso es lo que hacía mi niña, perdón por no estar siempre para ti.

Sheyla: ¿Qué pasó en lo que me fui?

Mishel se levantó del sofá.

Mishel: Verás... me tardé demasiado en ocultar todas las cosas, apenas había terminado se recoger la mitad de tu cuarto cuando tu madre habrió la puerta.

No había nada que pudiera hacer, pero bueno, era de esperarse al estar fuera como una hora.

Mayra: Tardaste mucho, así que nos dió tiempo de ponernos al día. No tienes porque dar explicaciones, creo que esto es en parte mi culpa, por no pasar el tiempo necesario contigo.

Sheyla: ¿Culpa? Mamá, tu no tienes la culpa de nada.

Mayra: Ya, pero... ¿Pañales? ¿Biberones? No me parece muy normal a tu edad, que digamos.

Sheyla: Mamá, yo...

Mayra: Silencio, es que... tú... ella... - Dijo señalando a Mishel - ¿Sabes qué? Han pasado demasiadas cosas en poco y tiempo y estoy sobrecargada, mañana platicamos del tema.

Sin más que decir, se dirigió a su cuarto mientras Mishel y yo nos quedábamos mirando esperando respuestas la una de la otra.

Mishel: ¿Cómo es que tardas una hora en ir a por unas pastillas?

Sheyla: Me encontré con Joseph, no tenía ropa interior y...

Mishel: Escucha, no estoy molesta contigo ni mucho menos, pero hay que saber que es lo que piensa tu madre al respecto. - Esa seguridad al momento de hablar me hacía sentir algo mejor. - Me voy a casa, no creo que le haga mucha gracia tenerme aquí en la noche.

Sheyla: Tienes razón, ¿Te llevarás las cosas?

Mishel: Noup, son demasiadas para hacerlo ahora.

Sheyla: Ya veo... en ese caso...

Mishel: Pues tendré que irme, bye bebé, ojalá todo salga bien.

Sin más me dio un beso en la rente y salió de la casa, me apenaba aquella situación, mi madre por lo menos no había estallado en ira, sino con mñas calma y se estaba tomando un tiempo para reflexionar.

Tampoco tenía ganas de hacer algo, por lo que fui a mi habitación, no me sorprendió ver casi todo vacío, pues me acordaba de que Mishel había intentado esconder todo, me añadió más tristeza de la que ya tenía acumulada. Luego de tomar una ducha rápida me acosté, no me importaba la hora que fuese.

Día siguiente:

Me levanté a eso de las dos de la mañana, nada raro; pues me acosté bastante temprano ayer, a lo mejor se había ido a comprar comida para el desayuno, pero era raro pensar en el desayuno a esas horas, no me le di más vueltas al asunto. Volví a acostarme y a pensar sobre lo que diría.

Creo que me volví a quedar dormida, ya que cuando me desperté ya eran las seis, pero había algo raro... sentí calor en mi entrepierna, mierda, me había orinado, casi olvide mi vejiga floja, al mismo tiempo me moví y escuché algo raro, !no me lo creía¡, !era un pañal¡, la única capaz de ello era Mishel, pero ella estaba en su casa, así que no podía ser más que...

Mayra: ¡¿Cómo amaneció mi bebé?! - Dijo al entrar de improvisto a la habitación.

Sheyla: Pero... ¡Mamá! !Creí que esto estaba mal para ti!

Mayra: Ya, pero, ¿Por que no practicar para la llegada de mi segundo bebé?

Sheyla: ¿Es en serio?

Mayra: La verdad es que Internet me ayudó a comprender mejor tu situación, no creí que hubiesen tantas personas como tú, ABDL's creo que se hacían llamar.

Sheyla: Osea.... ¿Te parece bien? ¿De lo más normal?

Mayra: De lo más normal no, pero si algo lindo.

Sheyla: ¿Puedo quedarme así? ¿Con pañales y todo?

Mayra: Claro, yo seré quien te cuide, por cierto.

Sheyla: Dime.

Mayra: Llama a tu amiga Mishel, creo que no le caerá bien pasar de ser a mami a bebé pero supongo que se alegrará.



Sheyla en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora