PARTE 16 - Maid

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Sheyla: ¿Estás de broma?

De todos los lugares a los que pudo llevarnos Mishel ese era el mejor y el peor a la vez, era un CiberCafé en una avenida del centro, era una buena idea, era tranquilo y poseía un aire acogedor dentro. Pero había algo raro, habían dos chicas vestidas de maid yendo de un ligar a otro con platos y cubiertos.

María: ¿Y esto?

Mishel: Ta-da... ¿No ven anime y esas cosas? Pensé que les gustaría. - Respondió con júbilo.

Sheyla: Pero, van disfrazadas... ¿Esto es en serio un ciber?

Mishel: ¡Uno con temática! Que se están volviendo muy populares en Occidente, mira que es difícil hallar una sola cosa japonesa en esta ciudad.

María: ¡Súper! ¡Sheyla! ¡Es lo mejor del mundo!

Sheyla: Como concepto si... pero trabajar aquí...

María: Pues vete, más arriba podrían contratarte de streeper.

Sheyla: Tsk... - María se había enganchado y no tenía más opciones. - Okey... me apunto.

Una de las chicas se nos acercó.

Shirley: ¡Hey! ¿Qué tal? Me llamo Shirley, ustedes deben ser las chicas nuevas.

Mishel: Perdón por llegar algo tarde, me equivoqué de parada hace un rato.

Shirley: Descuida, no hay tantos clientes en la mañana.

También se acercó la otra chica.

Arleth: ¡Holi! ¡Me llamo Arleth! Un placer.

Hicimos las respectivas presentaciones y pasaron a decirnos nuestras respectivas labores, para luego llevarnos a un cuarto que hacía de almacén.

Shirley: Bueno, chicas, en ese armario están sus uniformes, tienen tres mudas por si acaso, y no se los pueden llevar, ya que están hechos para hacer cosplay, pero al usarlos nosotras la dueña no nos permite sacarlos del establecimiento.

Arleth: ¡Se verán re guapas con el uniforme!

María: ¡Ya quiero probarlos!

Sheyla: ¡Si...! - Aún no estaba muy convencida.

Arleth y Shirley nos dijeron donde estaban los baños para cambiarnos; no entramos a ningún cubículo, ya que ponerse esas cosas era algo complicado y se necesitaban como cuatro brazos para lograrlo, jajaja.

Me miré al espejo, aunque no quiera aceptarlo me gustaba el atuendo.

María: ¡Que liiiiinda! ¡Sheyla! ¡No te muevas! - Sacó su celular para sacar algunas fotos. - ¡Mishel, ponte a su lado!

Y así estuvimos con selfies, posando, y demás cosas, ni siquiera empezábamos y ya me estaba divirtiendo.

Salimos al ambiente principal y las personas se nos quedaron mirando, pero luego volvieron a sus quehaceres; estaba algo enrojecida la verdad.

Mishel: Somos superestrellas.

Arleth: Sheyla, ponte esto. - Me pasó una vincha con orejas de gato.

Sheyla: Se lo toman muy en serio, jajaja.

Cada una se puso a atender a los chicos que iban llegando y cobrando a los que iban saliendo, a parte Shirley yo me puse a llevar comida y bebida por el local, Mishel iba haciendo cuentas con Arleth, y María hacia un poquito de todo.

No se los dije, pero Shirley y Arleth me caían especialmente bien, eran apenas un año mayores, Shirley era algo morena y llevaba el pelo laceado, lo que la favorecía mucho; y María era de tez clara y usaba lentes, era simpática y cualquiera quisiera ser su amigo.

El trabajo fue haciéndose cada vez más natural, se estaba muy bien en ese ambiente y conversaba con los clientes, pues conocía a la mayoría a causa de vivir en una zona algo pequeña. Eso si, ni trabajando me salvaba de Mishel, que me había echo llevar pull-ups debajo del uniforme; solo me mojé una vez en todo el día pero igualmente era vergonzoso por estar rodeada de gente a la que conocía.

Joseph: ¡Chicas! ¡Que bien se ven!

Sheyla: ¡Ahh! ¡¿En qué momento apareciste?!

María: ¡Que puto susto!

Joseph: Creo que dejaré de hacerlo o les dará un infarto un día de estos.

Sheyla: Te mataríamos si no lo hicieras...

De reojo vi a María enrojecerse, recién se dio cuenta que llevaba el uniforme puesto y Joseph estaba delante, ¡Daban ganas de abrazarla de lo tierna que se veía!

Joseph: Pues bueno, quiero un café.

Ese iba a ser mi trabajo hasta que acabe el verano.

Sheyla en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora