Escuché pisadas en las escaleras, era Mishel, que se había levantado de su siesta.
Mishel: Ayy... Dios Mio... ¿Cúanto tiempo estuve dormida?
Sheyla: Ni idea, cuando llegué estabas dormida, jijiji.
Mishel: Soy lo peor... y dime, ¿De qué hablaron?
Sheyla: Oh, te lo contaré junto a mi madre en la cena.
Mishel: Vale, va, ¿Quieres ver una película?
Sheyla: Con todo lo que va de día la tele me aburrió un poco, pero que se la va a hacer...
Mishel: Pues yo veré algo, lindo pañal por cierto.
Sheyla: ¿Si? Pues mira. - Le mostré el móvil con su foto durmiendo.
Mishel: ¡Jajajaja!, desgraciada, ya verás.
Me aprisionó con su peso y se sentó sobre mi abdomen y empezó a hacerme cosquillas, aprovechando que mi playera tenía mangas cortas.
Sheyla: ¡Para! ¡Para! ¡Te veías muy linda así...!
Mishel: A ver... ¿Quién fue una niña mala? - Dijo sonriendo maliciosamente.
Sheyla: ¡¿Y lo dices vestida así?! ¡Jajajajaja!
Mishel: ¡Dilo!
Sheyla: ¡No...! ¡Jajajajaja! Vale... ¡Que me meo!
Mishel: Uhhh... Es lo normal.
Sheyla: ¡Fui una niña mala! ¡Fui una niña mala! ¡Fui una niña mala! - Se detuvo al escucharme.
Ambas terminamos una al lado de otra jadeando. Se me escapaban algunas lagrimillas de la risa.
Sheyla: Ah... Eres lo peor... y lo mejor a la vez... je...
Mishel: Lo sé, por eso me quieren... Uff, iré por un bibe, ¿Quieres uno?
Sheyla: ¡Primero cámbiame!
Mishel: ¡Oops! Lo olvidé, vamos.
Me tomó de la mano y nos dirigimos a nuestro cuarto (le digo "nuestro" ya que ambas dormimos ahí, xD). Me recostó en el cambiador y me quitó el pañal mojado, me limpió con toallitas húmedas y se dirigió a un estantería.
Mishel: Bueno, princesa, ¿Cuál prefieres?
Sheyla: Mmm... ¡El rosa con flores!
Mishel: Vale, bonita elección.
Lo deslizó por debajo de mis pompis, antes de abrocharlo me roció con algo de talco.
Mishel: ¡Listo! Sequita y limpia.
Sheyla: Gracias.
Mishel: Iré a ver televisión un rato, ¿Vienes?
Sheyla: No gracias, Tomaré una siesta hasta la cena, me levantas a esa hora.
Mishel: Ok, pero toma esta manta, que empezó a hacer algo de frío.
Sheyla: ¡Estamos en verano!
Mishel: Ya, por eso se siente más el cambio de temperatura.
Sheyla: Lo que digas... se me cierran los ojos...
Mishel: Bye. - Antes de bajar me dio un beso en la frente.
Me metí en mi cuna y no duré ni un minuto despierta.
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Sheyla en pañales
Teen FictionEsta es la historia de Sheyla, una chica de 14 años que luego de varios sucesos en donde está involucrada una chica llamada Mishel, se verá obligada a usar pañales y a ser su bebita... ¿Quieres saber más? Lee esta entretenida historia.