PARTE 8 - Mamá, la verdadera...

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Ya en casa, nos pusimos a ver pelis en Netflix, mayormente animadas, esto ya se había convertido en una especie de ritual entre nosotras, mayormente yo tomaba un biberón con leche tibia para acompañar, que la Coca-Cola ya estaba sobrevalorada.

Aún seguía algo nerviosa por los hechos del super, no podía dejar de divagar sobre que estarían pensando María y Joseph si es que hubiesen alcanzado a verme, pero nada, no puedo hacer nada en ese tipo de situaciones.

Todo transcurrió normalmente hasta las seis de la tarde, malditas coincidencias, maldito destino, lo que hubiese dado para cambiar la realidad como Scarlet Witch de los Vengadores.

Sucede que había estado mirando la ventana como sonsa medio adormilada, cuando veo que por la calle un coche blanco con lunas polarizadas se iba acercando... era el coche de mi madre... "mierda"

Me levanté de un brinco y me saqué el short que llevaba puesto, me arranqué el pañal y se lo dí a Mishel.

Sheyla: Problemas, ¿Vez ese coche? es mi madre, esconde el pañal y trata de ocultar todo lo que tenga un aspecto infantil de la casa, yo la distraeré. - Asintió y fue de prisa a mi cuarto.

Luego de decir esas palabras con voz de comandante dándole órdenes a sus hombres me puse el short, "sin ropa interior, genial, me las arreglaré". Cambié la peli que estábamos viendo por una que se adapté más a mi, para no levantar sospechas. Me senté en el sillón y guardé la compostura. Se abrió la puerta.

Mayra: Sheyla... ¡hooola! - Dijo entusiasmada.

Sheyla: ¡Mamá! ¿Qué tal? - Le puse pause a la tv y me levanté para darle un beso en la mejilla.

Mayra: Bien y mal al mismo tiempo, pero... ¡oye! ¡estoy con mi hija! ¡y con su hermano!

Sheyla: ¡¿Hermano?!

Mayra: ¡Si Sheyla¡ Por eso fue que volví.

Sheyla: Pero... papá...

Mayra: Oh, no te preocupes de tu padre, él se tuvo que quedar para terminar de hacer cosas del trabajo, hubieses visto su cara cuando se enteró jajajá.

Sheyla: Wow, o sea... esto es demasiado para digerir.

Mayra: Lo que yo quería saber era tu reacción, ¿Cómo te sientes?

Sheyla: Yo pues... eh... no se que decir, estoy... contenta.

Mayra: Eso me alegra, pues bien, enseguida seguimos hablando, iré a cambiarme de ropa.

Un hermano... era una gran noticia, pero no podía alegrarme si es que mi mamá iba a su habitación... ¡donde dormía Mishel! Contaba con que ya hubiese escondido sus cosas y dejar todo como estaba antes, incluyendo mi cuarto.

Como ya dije antes, demasiada información, un nuevo hermano, mi mamá podría descubrir mi secreto... le estaba rezando a nueve dioses de loa nervios.

Mamá bajó las escaleras y fue directo a la cocina

Mayra: Veo que hiciste el almuerzo, me serviré un poco, ven, hablemos mientras como.

Caminé lo más casual que pude, estar sin ropa interior era muy problemático.

Mayra: ¿Qué tal la escuela?

Sheyla: Notas mayores al promedio, ¿eso está bien?

Mayra: A tu padre le alegrará oír eso, ¿algún chico guapo por ahí?

Sheyla: ¡Mamá¡ Dios... - Decidí contraatacar - Conste que sé como se hacen los bebés - la miré con cara de triunfo.

Mayra: Diablos, esto pasa por no activar el control parental de Netflix... pero ¿que se le va a hacer?

Ambas nos reímos. Aquella actitud era lo que me gustaba de ella, era muy extrovertida.

Mayra: Oye hija, ¿Por favor puedes ir a una farmacia cercana a por éstas cosas?

Empezó a escribir una lista y me la entregó.

Sheyla: Claro.

Al abrir la puerta no podía creer que estuviera sin ropa interior, pues bien, con los nervios dándome el color de un tomate me puse a pensar: "¿Cómo se llamará el niño? Da igual, lo educaré con series y películas jijijí". Compré lo que había escrito mi madre, mayormente cosas para el embarazo, mareos, náuseas, etc...

Una vez la señorita me dio la bolsa con todo salí corriendo a casa. Me intimidaba la idea de que mi madre encuentre a Mishel.

Estaba girando sobre mis talones en una esquina cuando ví a Joseph q solo unos centímetros de mí, el choque fue brutal.

Joseph: Ch.. yarau...

Sheyla: ¡Joseph! ¿Qué haces tu aquí? - Pregunté mientras lo ayudba a ponerse de pie.

Joseph: Iba a tu casa a pedirte tu cuaderno de álgebra, llevaba mal el curso y debo entregar una clase de informe vacacional.

Sheyla: Serás... - Le dí un golpecito en la cabeza.

Joseph: Jejé... oye y esto? - preguntó mientras me ayudaba a recoger lo que se había caído de la bolsa

Sheyla: Eh, pues... son de mi madre, está embarazada. - "Situación incómoda con un chico y encima sin ropa interior... gracias Dios, gracias Zeus, gracias Shinigamis"

Joseph: Enhorabuena, ¿es niño o niña?

Sheyla: Que se yo, apenas me he enterado. - También me diapuwe a recoger las cosas.

Joseph: No puedes decir que esto no se parece a un escena cliché de una anime.

Me reí a su ocurrencia.

Así pasó un rato mientras hablábamos de otros asuntos, todo me pareció tan corto que no me di cuenta que ya habían pasado cuarenta minutos desde que salí de casa, mamá estaría impaciente.

Me despedí como pude diciendo que le daría el cuaderno uno de esos días, pero que estaba apurada.

Corrí como viento que lleva al diablo y al atravesar la puerta de mi casa me ví con una rara escena: Mi mamá y Mishel estaban sentadas en el sofá, conversando.

Mayra: Tenemos que hablar. - Dijo dirigiendo su mirada hacia mí.


Sheyla en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora