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-¿Lu-Luhan?

-Hola...

-¿A qué se debe tu llamada? No he hablado contigo en toda la semana...

-Precisamente por eso. -Luhan sonrió agarrando el móvil-. Sé que mañana es tu día libre... Y he pensado que podríamos ir a cenar.

-¿Los dos solos? -preguntó Sehun, dudoso.

-Sí, los dos solos.

-Me encantaría, Luhan.

-Ponte guapo entonces, pasaré a recogerte a las ocho, cómo siempre.

Luhan finalizó la llamada primero, tumbándose en el sofa. Se puso los auriculares, escuchando música mientras lloraba en silencio antes de preparse para ir a cenar.

-Qué arreglado -comentó Sehun cuando le abrió la puerta al ciervo, dejando pasar al chico vestido con unos vaqueros negros pero una chaqueta de traje.

-Bueno, no quería arreglarme demasiado pero quería ir... Un poco más... No sé. -Luhan rió, negando con la cabeza antes de recibir un beso de parte de Sehun.

-Estás precioso, cómo siempre, vámonos.

-Conduce dónde yo te diga. -Luhan ordenó, pasándole las llaves de su propio coche y caminando con el más alto fuera del apartamento-. Por cierto, me encanta ese color de pelo.

El resturante que había elegido Luhan era un italiano, no era muy lujoso, pero la comida que servían allí era demasiado jugosa y buena. Por el precio que tenían, servían unos platos gigantes, de muy buena calidad.

-¿Qué tal van tus libros? -cuestionó Sehun, por sacar algún tema de conversación.

-Bien, la verdad, últimamente me encuentro bastante inspirado... Aunque estoy muy cansado siempre... Es una sensación rara... Estoy cansado pero a la vez quiero escribir... -Luhan murmuró, enrollando los spagettis en su tenedor.

-A lo mejor necesitas unas vacaciones de verdad, estoy seguro ,además, de que eso te daría grandes ideas.

Luhan asintió concentrado, siempre lo hacía cuando hablaba de trabajo.

-Es una muy buena sugerencia, Sehun.

La mesa se volvió a quedar en silencio, ahora sólo se oía el ruido de sus cubiertos chocando contra el plato, y a Sehun le incomodaba demasiado, porque tenían que tener algo de que hablar, ¿verdad? No podía dejar que Luhan se aburriese.

-Yo... Voy mejor en el gimnasio, ¿sabes? Cada vez puedo levantar más pesas... Es increíble, aunque me pasa cómo a ti, me da un poco de pereza... Y desearía comer más.

Luhan asintió.

-No me gusta el deporte, pero sí, no deberías privarte de comer, estás bien.

"No sé si estoy bien del todo" Sehun pensó y decidió callarse.

No perdieron más el tiempo cuando terminaron de cenar, y esta vez conducía Luhan, dirección a su propio apartamento.

-¿Dormiré contigo?

-Sí. -Luhan sonrió, tomándole de la mano con la que él tenía libre-. Me apetece hacer el amor.

Sehun se sonrojó, se había quedado sin palabras. Se aclaró la garganta.

-Desde cuándo... Lo llamas así, ¿Luhan?

-Oh, no lo llamo así siempre -respondió, sonrojándose igualmente y golpeando su muslo-. Me apetece hoy, sin más.

-Estás muy raro.

-Bueno, llevo todo el rato pensando en ese momento, muy normal no iba estar.

-¿Llevas todo el rato pensando en hacer el amor conmigo? -Luhan asintió, mirando a Sehun a los ojos por un segundo antes de fijar la vista en la carretera.

Ain't my Fault | HunhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora