Capitulo II: Tú me perteneces, yo soy tu amo

436 27 2
                                    

Ying Kong Shi, abandono el gran salón después de haber firmado con el príncipe heredero los nuevos tratados donde se establecía que el imperio del Hielo era el nuevo soberano de Montaña Nevada y que el príncipe Xian Zui, se convertiría en el Regente a cargo, bajo las ordenes de su hermano, dejando a Liao Jian y a Pian Feng para que lo vigilaran en caso de que tomará alguna actitud rebelde.

Estaba por subirse a su caballo, cuando escucho que alguien seguía sus pasos, cuando volteo se encontró con la mujer que le había sido obsequiada.

- Mujer nunca tuve la intención de que me fueras entregada, vuelve a donde perteneces, le dijo subiendo en el caballo empezando a partir.

Estaba cabalgando por un buen tiempo cuando de dio cuenta que a lo lejos de él la figura envuelta en gasas de la mujer del palacio lo estaba siguiendo a pie, no sabía como pero ella lo había seguido todo ese camino sorprendiéndolo por su resistencia.

Detuvo su caballo para que ella pudiera darle el alcance, ella llego al cabo de unos minutos, notándosele cansada por la forma en que se detuvo ante él haciendo la reverencia.

- Muchacha que no entendiste, yo no quiero ninguna sirviente ni mucho menos una concubina, vamos rápido regresa a palacio antes de que se haga más tarde, le dijo Shi.

- Le suplico a su majestad tenga piedad de esta pobre esclava, la escucho hablar, su voz sonaba dulce a sus oídos, tan delicada como el canto atrayente de una sirena.

Shi movió la cabeza despejándose del embrujo de esa voz diciéndole: - Que estas pretendiendo mujer, porque buscas piedad en mi, si te estoy diciendo que puedes regresar a tu palacio siendo libre.

- Usted no entiende, a la muerte de mi amo dentro del palacio yo solo sería una presa para los que tanto me han codiciado, por eso le ruego lléveme con usted, prometo no causarle ningún tipo de molestia con mi presencia, si usted lo desea será como si yo no existiera. Le contesto ella.

- Tanto es tu miedo que prefieres partir a un destino incierto, que quedarte en el lugar a donde perteneces, le dijo él.

- Quedarme en ese lugar sería preferible que usted en este momento acabe con mi vida, le contesto ella.

- Estas loca mujer, deja interrumpirme en mi camino, así que ahora te dejó, le dijo Shi queriendo partir, pero ella lo interrumpió sacando una daga de una de sus mangas.

- Si usted mismo mi nuevo amo me ha sentenciado a no partir con usted, es mejor que yo muera en este lugar, diciendo esto acerco la daga a su cuello tratando de acabar con su vida.

Pero en el instante que quiso hacerlo sintió como un gran peso la tiraba al suelo, asustándose cerrando lo ojos, sintiéndose aplastada no pudiéndose mover escucho que le decían: - Mujer abre lo ojos, ella empezó lentamente a abrir los ojos encontrándose el azul mas radiante que había podido ver en su vida, dándose cuenta de lo cerca que estaban ambos, ya que el se encontraba tendido encima de ella, quiso volver a cerrarlos por la pena que le producía verlo, pero lo escucho nuevamente: - Mujer mírame, no pudiendo negarse los volvió abrir, encontrándolo con el ceño fruncido.

Shi se sintió completamente molesto por la actitud tonta de la mujer, lo había sorprendido al sacar esa daga atentando contra su vida, no le quedo más remedio que no dejarla hacer lo que planeaba lanzándose contra ella, cuando vio sus ojos se encontró con el hermoso tinte rojo que había visto la primera vez que estuvo ante él, solo que esta vez estaba bastante asustada, seguramente por tenerla tan cerca, quizás de verdad era como dijo Fenix que era una muchacha virgen que nunca había sentido el toque de un hombre por eso reaccionaba así.

Whispers of Dark Night - (Yan/Shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora