Whispers of Dark Night - (Yan/Shi)

Capítulo VII: Entregándome al placer de pertenecerte

Desde el día que ambos tuvieron ese encuentro, Yan Da sentía que estaba siendo observada, siempre que estaba a solas era como si alguien estuviera detrás de sus pasos, pero esa presencia no la hacía sentir intranquila, todo lo contrario se sentía protegida.

Por el contrario a lo que pensó que pasaría con ella y el príncipe, él no había regresado a visitarla, haciéndola sentir usada como si solo ese día el príncipe quiso quitarse las ganas de conocer su rostro y de besarla, pero en realidad no sentía ningún apego por ella.

Tanto fue el miedo que tuvo en ese momento de intimidad que actúo reacia a seguir recibiendo sus atenciones que quizá el decidió que ya no le interesaba y ese pensamiento muy dentro le causaba una sensación de desasosiego, a pesar de que aún no se sentía preparada para entregarse a ningún hombre, pero en el momento que estuvo entre sus brazos y siendo besada por él, no se le paso esa idea por la mente.

Estaba en ese momento contemplando la hermosa noche desde su balcón, podía sentir la suave brisa acariciando su pelo y el aroma de las flores del jardín podía sentirse en toda la habitación, bajo la vista cuando detecto un movimiento en él, pudo apreciar como el príncipe estaba acompañado por dos hombres y se encontraba realizando diferentes movimientos con su espada.

Yan Da quedo impresionada por los diferentes movimientos que estaba ejecutando, como si estuviera realizando una danza con ella, pues se veían precisos y seguramente eran mortales si alguien estuviera al alcance de ellos, sin darse cuenta se apoyo más cerca al barandal del balcón suspirando al observar la tensión de sus brazos, la maestría que imponía a cada paso, suspirando por él, quedándose embelesada no se percató que el velo de su rostro se había desprendido de uno de los lados de su agarre cuando ella ladeo su cabeza para ver mejor al príncipe, el velo termino por desprenderse, siendo llevado por la brisa hasta el jardín.

Ella sin querer dio un pequeño gritito tratando de cogerlo antes de que cayera llamando la atención de los tres hombres que estaban en el jardín, los cuales pudieron verla con el rostro descubierto, ella trato de esconderse detrás de la cortina del balcón cuando observo que el príncipe la estaba mirando.

Minutos antes en el jardín de los salones de la Ilusión, se encontraban el príncipe Ying Kong Shi, con los dos recién llegados generales Liao Jian y Pian Feng.

- En serio Shi, piensas casarte con la engreída de Lang Shang, debes tener muchas ganas de suicidarte, si eso quieres puedo darte una muerte menos dolorosa que la que planeas al unirte a ella, le dijo Liao Jian, viéndolo como él estaba realizando un entrenamiento con la espada.

- Liao Jian tiene razón, aún no entiendo porque quieres sacrificarte de esa manera, ¿Lo estás haciendo por Kasuo?, si es así sabes perfectamente que él no está de acuerdo con que lo hagas, ¿O es acaso que lo haces por que el Consejo te apruebe?, si es así estás perdiendo tu tiempo esos viejos sólo ven su conveniencia, esta vez hablo Pian Feng.

Shi seguía realizando los movimientos, quería calmarse, estos días había estado bajo mucha presión entre el compromiso con la princesa sirena que era lo que menos quería llevar a cabo, sus responsabilidades como príncipe heredero se volvieron más agotadoras, pero lo que más lo tenía fuera de sí era la pequeña mujer que albergaba dentro de sus salones, había perdido toda la calma desde el día que se atrevió a ir más allá con ella, no había noche que no invocara su recuerdo, el sabor de sus besos o lo bien que se sentía en sus brazos.

Soñaba con ella cada vez que cerraba sus ojos y en estos sueños no solo la besaba sino que la convertía en su mujer, la poseía de una manera que nunca lo había hecho con ninguna mujer antes, se sentía como poseído por un espíritu que solo lo instaba a tenerla en mente, incluso había llegado a la avergonzante necesidad de calmar el mismo las ganas que sentía por ella, cuando se levantaba a diario.