Whispers of Dark Night - (Yan/Shi)

Capítulo XIV: Tu eres mía

Ying Kong Shi estaba sentado en medio de su habitación, bebiendo la cuarta botella de vino de Agua Miel, podía sentir como el alcohol poco a poco tomaba fuerza en su cuerpo. Si bebía un par de botellas más caería inconsciente y lo más seguro es que despertaría al día siguiente cuando todo hubiera acabado, cuando su pequeña hechicera habría salido de su vida, al pensar en eso sirvió más licor en su vaso incluso vertiendo un poco encima de la meza.

- Preciosa hechicera, ¿Por qué no puedes ser mía?, ¿Por qué para tenerte debo renunciar a todo por lo que he luchado en mi vida?, ¿Por qué demonios no te conocí antes de hacer ese maldito juramento?, mi pequeña hechicera, yo... susurro Shi.

- Hermano que te pasa, Kasuo había entrado a las habitaciones sin que Shi se diera cuenta.

- Ge, ¿Por qué estas aquí?, le pregunto Shi tratando de levantarse, pero no lográndolo por todo el vino que bebió.

Kasuo corrió a sostenerlo, ayudándole a sentarse: - Shi ¿Qué esta mal?, nunca te había visto ponerte así.

- Ge, yo solo quería hacer lo correcto, dijo Shi levantando una copa de vino para beberla

- ¿Lo correcto en que?, si tu no me dices no puedo entenderte, hablo Kasuo quitándole despacio la copa de las manos.

- Ge yo solo quería cumplir lo que jure ante la Tribu, un juramento de un principe no se puede quebrantar, respondió Shi.

- ¿El juramento?, acaso estás hablando de la pequeña joven que te dieron en Montaña Nevada, por esto es que te sientes así, pregunto Kasuo.

- Por ella Ge, solo no quería que ella sufriera por esa loca, no quería que le haga algún daño, habló Shi.

- Lo entiendo, pero no pensé que fuera tan grave, hasta que te vi salir con ella en brazos, recién me di cuenta que seguramente esa muchacha era la pequeña de Montaña Nevada, dijo Kasuo.

- Si ella es mi pequeña hechicera, dijo Shi queriendo pelear por la botella de vino que su hermano sostenía, no pudiendo quitársela.

- ¿Tu pequeña hechicera?, pregunto Kasuo sonriendo por la expresión boba que puso su pequeño hermano.

- Si es una pequeña hechicera, desde que la vi en Montaña Nevada no ha salido de mi cabeza, me ha embrujado totalmente, en todo momento ella me ronda y no puedo estar mucho tiempo sin tenerla en mis brazos, duele Ge, duele mucho cuando no la siento cerca, y ahora mi corazón se siente quebrado al saber que ya no la volveré a ver, dijo Shi sorprendiendo a su hermano mayor.

- Si te duele dejarla ir, ¿Por qué lo haces entonces Shi?, si tanto daño te causa, ¿Por qué insistes en dejarla partir?, pregunto Kasuo.

- Porque no puedo tenerla, ella es una pobre mortal ni siquiera podrá vivir el mismo tiempo que nosotros Ge, aparte el juramento que hice ante el Consejo me obliga a solo desposar a una princesa y mi hermosa hechicera es solo una esclava, hablo Shi apretando los dientes.

- Si es por eso que la dejas partir, corre y búscala, yo como el emperador de los Tres reinos te libero de ese juramento, le dijo Kasuo.

- Ge no puedes hacer eso, el Consejero Huan Ta dijo que movería sus influencias, te quitaría el respaldo del Consejo real y lo dos sabemos que según nuestras tradiciones debes tener la aprobación del Consejo Real. Dijo Shi.

- Eso no importa, no voy a permitirte se infeliz al lado de una mostruosa mujer que solo te hará sufrir, solo por cumplir ante nuestra tribu lo que yo no pude hacer, dijo Kasuo.

- Ge, yo lo estoy haciendo por mi también, con ese matrimonio tendre la aprobación del Consejo, por fin mis esfuerzos serán recompensados, hablo Shi mirando fijamente la copa que tenía delante de él.