*NARRA LISSA*
-Hem… bueno vengo, pero solo para que no estés sola.
-Wiiii- grité mientras lo abrazaba
-Tendré que ir a por mis cosas a casa de Willy, y a mi casa para acabar de coger lo que me falta
-Claro, toma- le dije mientras le daba unas llaves que me había dejado mi tío por si perdia las mias.
-Muchas Gracias Lissa- dijo mientras ahora él me abrazaba.
********
Frank está dormido en el sofá. Que mono es mientras duerme awww.
<<No, Lissa, él no es para ti>>
-¿Por qué no? Si ha dicho que ha discutido con su novia y lo ha echado de casa.
<<Pero no ha dicho que lo HA DEJADO>>
-Joder… vale…
Pues voy a llamar a Eva
*Llamada*
-Holaaa Lissaaa
-Holaaa Evaa, a que viene tanta felicidad?
-jajaja nada que quiero mucho a Alex- y desde el otro lado de la línea se escucho un sonoro beso.
-Awwww que monos sois
-Jajajaja
-Bueno Eva que hora quedamos?
-Pues si ahora son las 17:48, que te parece si quedamos a las 18:30?
-Vale, pero dónde?
-Yo paso por tu casa.
-Vale
Le di mi dirección y colgamos. Dejé a Frank durmiendo en el salón y subí a mí habitación a arreglarme un poco.
*****
····Ding-Dong····
Abrí y era Eva.
Nos íbamos cuando me acorde que Frank seguía durmiendo así que le dejé una nota:
Frank, he quedado con Eva, y como estabas durmiendo, no te he querido despertar. Volveré por la noche. Besos Lissa xx.
*******
Estuvimos dando vueltas por Madrid, yo le conté que ayer estuve con Rubén, que mi tío se tuvo que ir a Bradford, y que Frank se quedará en mi casa un tiempo.
Cuando le conté todo lo de Rubén se puso muy contenta y la verdad no sé porque.
-¿Y a ti te gusta Rubén?- me preguntó de repente. Yo me sorprendí por su pregunta ¿Me gusta Rubén?
<<Sabes que sí Lissa>> - me habló mi consciencia
-Em…- por fin pudo salir una pal… bueno un sonido de mi garganta
-Oh venga Lissa, si te has sonrojado.
-Jaja bueno puede que… sí- esto lo dije casi en un susurro.
-Ooohhh, pues sabes Lissa, a él también le gustas.
-¿Y tu cómo lo sabes?
-jajaja porque solo hay que ver como te mira, y encima se lo dijo ayer a Mangel
-¿¿De verdad??
-Sii- cuando dijo eso, me sonrojé, y Eva rio.
En ese momento empezó a sonar mí teléfono. Era… Rubén