*NARRA LISSA*
¿Por qué siempre que sonrío me mire?
<<Porque le gustas, tonta>>
Calla! Que tú no lo sabes.
<<No hace falta saberlo. Se nota>>
Bueno lo que tú digas. Y ya cállate!!
Se sentaron todos en el sofá y… a que no sabéis que… si señoras y señores no quedaba sitio para mí y me tuve que sentar en el regazo de Rubén.
Estuvimos jugando y ya eran las 21:25.
-Lissa, ¿nos vamos ya?
-Claro, cuando tú quieras.
-Vale, pues chicos, Lissa y yo nos vamos.
-Adiós- dijeron los cuatro al unísono. Mientras Lucia y Eva me miraban de manera pervertidas.
Yo rodé los ojos y me dirigí con Rubén hacia la puerta.
-Rubén, no quiero, pero podemos ir a mi casa para poder coger ropa y mi móvil.
-Claro que sí.
Nos dirigimos a mi casa, ya estábamos en la puerta, tragué saliva sonoramente y abrí
No parecía que hubiera nadie
-Rubén espérame en el salón, ahora bajo.- le dije mientras le regalaba una sonrisa.
Subí a mi habitación, y ahí estaba en mi cama, el chico que me había mentido… Pero… ¿Qué hace en mi cama?
Intenté no hacer mucho ruido, cogí una mochila y la llené con ropa.
-Lissa…- dijo él a mis espaldas. Trague saliva y lentamente me giré hacia él.- Déjame explicarte porque te mentí.- Yo solo lo miraba- Estaba… - suspiró – celoso - yo levanté las cejas y abrí los ojos sorprendida.- Sí, sé que tenía novia… – espera... ha dicho tenía? Eso quiere decir que ya no tiene? – pero, aun así estaba muy celoso de que te fueras con Rubén, y te pusieras tan guapa para él.
-¿Y solo por celos tenías que mentirme?
-Sí Lissa, sé que está muy mal pero, no me di cuenta hasta ver cómo te ibas corriendo y llorando.
-No te diste cuenta de qué?
-De que… me gustas. - ¡¡¿¿QUÉ!!?? Ha dicho que le gusto? No puede ser. – Y ahora sí que es verdad… he dejado a Claudia por ti, escuché lo que te dijo…- dijo esto mientras agachaba la cabeza.
-¿De verdad la has dejado por… m-mi?
-Sí Lissa…- dijo mientras se acercaba cada vez más a mí – la he dejado, porque me he dado cuenta de que desde que te conocí me gustas mucho más que Claudia- cada vez se acercaba más a mí.
Sus labios estaban muy cerca de los míos, notaba como su aliento chocaba contra mi boca. Él me miraba a los labios, mientras yo aguantaba la respiración y me ponía nerviosa. Abrió levemente sus labios, para pegarlos a los míos, dejando un dulce beso en mi boca. No fue un beso con deseo, sino con ternura y sinceridad. Se separó de mí mirando mis ojos, mientras acunaba mi cara entre sus manos.
-Ahora si quieres que me vaya, volveré a casa de Willy o a algún sitio.
-No, tranquilo, te puedes quedar aquí, yo… em… me iré unos días a casa de… Rubén para pensar un poco.
-Con Rubén? Pe…
-Sí, y no te pongas celoso- lo interrumpí- solo somos amigos, ahora me voy que me está esperando abajo.
Salí de mi habitación, notando como Frank me seguía por las escaleras.
Llegué al salón y Rubén me esperaba sentado en el sofá.
-Eh Lissa ya estas…- no termino su frase cuando vio a Frank detrás de mí.
-Emm… Rubén nos vamos?
-Sí claro - dijo mientras pasaba su brazo por mi hombro y caminamos juntos hacia la puerta.
-Adiós Frank, en unos días vuelvo.
-Adiós preciosa y… perdóname, ¿vale?
Yo asentí y le regalé media sonrisa.
****
Ya estábamos en casa de Rubén, estábamos cenando, estaba raro, desde que salimos de mi casa estaba distinto.
-Rubén… ¿Qué te pasa?
-¿Por qué has perdonado a Frank?
-Em… Rubén… él me lo ha explicado todo.
-Claro… yo te estoy consolándote todo el día por lo que ha hecho ese idiota, y con unas palabras ya lo perdonas.
-Joder Rubén no te enfades… pero me lo ha contado todo y tú no lo entiendes…
-PO…
-No! Rubén… por favor… no te enfades, ¿vale?- le dije mirándolo a los ojos.
-Vale – dijo asintiendo levemente
Le regalé una pequeña sonrisa y besé su mejilla.
