°Serendipity°~ 박지민 ~°

Capítulo 11 •Detener•

"Sacame de este infierno. No puedo escapar de este dolor. Sálvame, que estoy siendo castigado".

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° Pov Soo Min.

Mi segundo día de suspensión y no sabía que hacer con el aburrimiento que llevaba dentro de mí, algunas veces era bueno ir a la escuela sólo para distraerme y perder el tiempo con mis amigos.

Mi mamá no se había enterado de lo que había sucedido el primer día de clases, así que tenía que repetir mi rutina los tres días y fingir que iba ir a la escuela.

Hoseok me había citado hoy para un nuevo trabajo, y en donde nos íbamos a ver yo no tenía ni la menor idea que existía ese lugar cerca de la escuela, sí, una cafetería.

Me tenía que vestir de una manera que no llamará la atención, ya que todos los de mi escuela iban ahí y conocían a lo que yo me enfrentaba semana tras semana.

Me puse unos jeans negros, un suéter rojo y mis converse altas color negro, cepille mi cabello y lo amarre.

Doble las sábanas de mi cama y recogí algunas cosas que se habían caído de mi tocador, salí de mi habitación y baje las escaleras, al bajar vi a mí mamá sentada en una de las sillas del comedor, se veía confundida y algo nerviosa.

Me acerqué a donde ella estaba y me senté enfrente de mi mamá.

- Buenos días.- dije con un tono amable.

- Llegaré hasta mañana.- dijo un poco molesta.

- Está bien.- fue lo primero que salió de mi boca.

Ella se levantó de su silla, tomó su bolso y salió de la casa, poco después escuché como aceleró su automóvil.

Comencé a desayunar algo de fruta picada acompañada de yogurt de manzana y algo de granola.

Vi que mi celular comenzó a sonar y que el dueño de esa llamada entrante era Hoseok.

Hola Hobi.

Princesa, te espero a las 11:30 am en el café que está por la escuela. Nos vemos allá.

Avente levemente mi celular a la mesa, me puse de pie y recogí mi plato.

Como me quedaba mucho tiempo para ver a Hobi, decidí limpiar mi casa. Así que comencé a lavar los platos sucios, limpie todos los muebles y algunos espacios que era difícil limpiar, barri y trape toda mi casa.

Terminé cuando menos me lo esperaba, 11:00 am marcaba en el reloj de pared que estaba en la sala, ya era la hora de irse.

Tomé mi mochila, metí mi cartera, mi celular, mis audífonos, una botella de agua y una pistola, por si algo malo pasaba ya iba armada, me puse mi mochila y salí de mi casa.

Caminé por el vecindario tranquilamente sintiendo la brisa que golpeaba mi cara y los rayos del sol que quemaba mi cabeza.

Maldito sol, lo odio.

Llegó el momento de pasar por mi escuela y me percaté que era el centro de atención, todas las mirabas las tenía en mí y yo aún con más arrogancia subí la mirada, enderece mi espalda y caminé como si nada hubiera alrededor mío, ya nada me importaba y menos lo que ellos hablaban a mis espaldas.

Seguí caminado hasta que el olor a café americano inundó mis fosas nasales, estaba segura que ese lugar se encontraba cerca.

Comencé a caminar más rápido y en menos de 3 cuadras vi aquél lugar tan moderno del cual todos los alumnos hablaban.