Mi vida junto a ti.

10. Confianza.

Kakashi:

Ya pasó un día desde que vino Naruto, y siento un vacío tan gigante en el pecho, siento que esta vez sí lo voy a perder.

-IIOOO KAKASHIIII- No hace falta ni mencionar quién es.

-Hola Gai.- Hablé perezosamente sin levantarme de donde estaba.

-¿Así pretendes saludar a tu mejor amigo?- Dijo lleno de indignación.

-Perdoname pero hoy no tengo ganas de nada.- Le contesté mirando el suelo.

-Siento que todo ésto es por ese niño rubio... No sé si él es el mejor para ti.- Dijo lo último casi en susurro.

Yo solamente di un suspiro bastante audible y le dije:

-Te agradezco que te preocupes por mí, pero sí Naruto no es el mejor para mí, entonces no quiero estar con alguien que no sea él, aunque esa persona sea lo mejor del mundo, yo sólo quiero a ese pequeño rubio revoltoso.- Ésta vez lo dije mirándolo a los ojos y él me sonrió sinceramente, y no entiendo porqué.

-Me gusta que te aferres a él sin importar nada, ahora entiendo lo que es el amor.- Me dijo para después comenzar a reírse a carcajadas.

-¿Acaso estás loco?- Le dije yo viéndolo confundido.

-Me alegra que por fin hayas encontrado al amor de tu vida.-

Naruto:

Estoy tirado en mi cama, prácticamente no he querido levantarme ni para ir al baño, pero, igual debo hacerlo.

Aslan siempre está durmiendo sobre mí, eso me reconforta porque por lo menos puedo acariciarle ese bonito pelaje gris, que me recuerda a...
Me golpeo en la cabeza con la mano que tengo libre.

-Eres un idiota Naruto, deja de pensar en el de una vez por todas.-

Aslan abrió los ojos y me miró, seguramente debe estar pensando que soy un loco, mi lindo gatito maulló y después volvió a dormir.

No he sabido nada de la loca de Haruno, Sasuke, tengo tiempo de no hablar con él, sólo pasa en el Hospital o encerrado en su cuarto.

Me levanté dispuesto a meterme a la ducha, cuando de repente oí que tocaron la puerta.

Me dirigí hasta el gran rectángulo de madera que se hace llamar puerta y la abrí, dejando ver un enorme cabello blanco.

-Ero...-

-Eres un pequeño renacuajo tonto.- Dijo mientras entraba a mi departamento.

Yo me quedé un poco asombrado al ser ofendido por Ero-Sennin sin motivo...

-Y no estés pensando que te ofendí sin motivos...- Me habló viéndome con sus ojos entre cerrados. Él es como adivino.- Y no pienses que soy adivino, que tu cara es muy predecible.

Ahora lo entiendo todo, por eso casi todo el mundo sabe cuando me sucede algo.

- Sólo las personas que te conocen lo suficiente saben cuando te pasa algo, y no son casi todos.

Ok ya me estoy asustando, sabe exactamente qué es lo que pienso, será que Ero-Sennin puede leer la mente realmente...
Sentí un golpe en mi cabeza.

- AUCH.- Reclamé frotándome la parte dolida.

-Deja de pensar en tonterías, vine aquí hablar contigo de un tema muy importante.- Estoy casi seguro que ya sé el porqué de la ofensa cuando entró.

- ¿Es sobre Kakashi- Sensei?- Pregunté.

-Por supuesto, ese pequeño Hatake está en prisión, PORQUE LO ACUSARON DE ALGO QUE ÉL NO COMETIÓ, y aún no puedo creer que tú no fueras el primero en confíar en él, cuando Kakashi me dijo que el primero en creer en el fue Gai, y el segundo yo, quedé estupefacto...

-¿Cómo se supone que iba a desconfiar de Sakura diciendo que el sensei intentó violarla?- Sentí otro golpe en mi cabeza.

-¡¡¿Cómo se supone que ibas a confíar en algo de lo que la chica chicle diga?!!!- Ok, ya se estaba enojando.

- Cálmate, sé que Sakura ha hecho cosas que no son tan buenas...-

-No son tan buenas... obviamente no son nada buenas. -Lo oí murmurar, pero lo ignoré y seguí hablando.

-Pero no por eso debo de desconfiar en una acusación tan grave hacia la persona que actualmente era mi pareja...- con cada palabra iba susurrando cada vez más.

-¿Te estás dando cuenta lo tonto que fuiste?-

-Oh Dios, soy un completo idiota, no puedo creer que yo haya tenido que escuchar al Hermano de Sasuke para confiar en las palabras de Kakashi, soy una completa basura... - Ya se me estaban empezando a salir las lágrimas del enojo.

Enojo hacia Sakura por maldita, enojo hacia Kotetzu y compañía por haber encerrado a Kakashi en una maldita celda, Enojo, no, enojo no, odio, odio hacia mí por ser tan malditamente idiota.

- Renacuajo, no llores, no es culpa tuya que Kushina y Minato te hayan hecho tan despistado e ingenuo.- Le di un pequeño golpe en el hombro.

-No culpes a mamá y a papá, que todo lo que sé, lo he aprendido de tí.-

-Touché pequeño, al parecer no eres tan tonto como creía.

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