Estaba en el escritorio terminando de checar el contrato, mientras Lore calculaba lo que venía siendo el balance de este mes, los fondos y el porcentaje que debíamos darle a Ele para el albergue de animales y demás donaciones.
Hannah revisaba la cámara de la entrada mientras Ash veía una película en Netflix, porque por ahora, su trabajo no empezaba.
– El tipo ya está aquí. – Avisó Hannah. – Ash, ve a traerlo. –
– Que queda... – Acotó con una risa la chica de ojos miel.
Al cabo de unos dos minutos, el hombre de unos 45 años se sentó frente a mí, no era del todo gordo, pero tampoco tenía un cuerpo escultural, miró a Lore, a Hannah y por último a mí, para luego empezar a hablar.
– Buenas tardes, señorita Russell, ¿Cómo está? –
– Muy bien, gracias, ¿Y usted, don Francisco? – Pregunté con una sonrisa a penas visible mientras acomodaba los papeles del contrato.
– Todo va bien. – Asintió. – Supongo que ya está enterada de que deseo renovar el contrato. –
– Supone bien, pero antes de aceptar su petición, hay unas cosas que debe saber. – El hombre alzó la mano permitiéndome proseguir. – Tendré que rechazar el pedido de querer incluir el paquete de besos. Es un paquete por persona solamente. También, informarle que la renovación le costará un 25% de intereses. –
– El dinero no es problema y los besos no son necesarios para este contrato. –
– Está bien. – Lo miré, viendo de reojo como las tres chicas me veían entre riéndose y sorpredidas. – ¿Cuáles serán los días? –
– En realidad, a última hora me entero que solo será esta noche, ya que mañana me iré del país y no creo volver en un buen tiempo, pero pagaré los tres días completos...–
– No aceptaré eso. –
– Lo haré porque realmente me ha gustado haber conocido a Lorena, es una chica muy dulce y tengo entendido que, su cumpleaños es en unos dos meses. – La miró. – La llevaré al restaurante Miramar y me gustaría invitarlas a ustedes también. –
– Eso no es parte del contrato, me temo que no va a ser posible y... –
– Pagaré por ello. –
– No hacemos esto por dinero. – Bueno, no del todo.
– Sé que tienen un albergue de animales y también sé que donan a otras asociaciones, pero si me permiten, quisiera donar un 5% mensual se mis ganancias al albergue por aparte, solo me gustaría llevarlas al restaurante a cenar por su cumpleaños. –
– Bueno, ya que el señorito insiste tanto, qué más podemos hacer. – Habló Ash. – Lore, saca las cuentas de cuanto sale en total. –
– No es necesario, por esta noche daré mil dólares a cada una. –
– Pero, señor Fran, debe saber algo. – Ash se puso seria y Hannah se tapó la boca para no reír. – Lore es la menor, ¿Si sabe que significa eso? –
– No... – Respondió el hombre intimidado por la mirada intensa de mi amiga. –
– Que Ana cumple años en una semana, Hannah cumple en un mes, yo en un mes y medio y luego está el cumple de Lore. –
– Oh. – Fue todo lo que respondió, para luego agregar. – Entonces, ¿Tengo su probación? Así podré llamar para encargar tres sorpresas más. – Terminó por decir con una sonrisa.
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| Adolescente en renta |
Teen FictionTengo una página web con mis amigas desde hace un año, hemos creado nuestra propia micro empresa con el fin de recolectar dinero para varias causas. Pensamos la idea en un principio de manera de broma, sin embargo, con el tiempo pasó a ser nuestra f...