Primera parte del capítulo 008; disfrútenlo.
Cada una tomó dirección a su cuarto para tomar un baño, le indiqué donde se encontraban las toallas y esencias, por si quería darse un baño en la tina o por ducharse.
Le pedí que después de que terminara, bajara para que viéramos una película juntas, ella felizmente accedió y en sus ojos vi un brillo, ella planeaba atacarme con preguntas tan rápido yo bajara mis inexistentes defensas.
Al llegar a mi cuarto me duche y opté por usar un pijama de dos piezas, una camisa de tirantes y short, no creo que a ella le moleste. Caminé a la sala donde estaba la T.V. y lo encendí, busqué en Netflix aquella película que hace rato no veíamos. Le puse pausa para esperar por ella y fui a la cocina a preparar palomitas.
Después de las 11, todos los empleados podían ir a dormir, su jornada terminaba a esa hora, así que cualquier otra cosa que yo quisiera, debía hacerla yo; no me molestaba, a decir verdad, era algo que me mantenía al tanto de mi misma.
Busqué en la alacena un paquete de palomitas y los metí al microondas 3 minutos, ya solo debía esperar.
– ¡Lizi! – Escuché que me llamaba. Sonreí al momento en que me llamó así una vez más.
Hace mucho escuchaba ese apodo.
– Estoy haciendo palomitas. – Sus pasos de apoco fueron haciéndose más notorios conforme se acerca, asomó su cabeza por la puerta y me encontró.
– ¿Saladas? –
– Saladas. –
– Me encantan. – Su mirada se deslizó por mi cuerpo, mi piel se erizó al instante, esas verdes gemas contornearon mi piel dos veces y volvieron a mis ojos, tragó saliva y se acercó a mí. – Me he preguntado, ¿Cómo es que sabes tanto de mí? – Me veía atenta. – Es decir, son muchas cosas y de pronto tuviste esa confianza y ese... atrevimiento conmigo. Le he hecho número y llego a la misma respuesta siempre, sabes. – Bajó la mirada unos segundos, para volver a mis ojos, absorbiéndome en ese mar verde.
– ¿Cuál es esa respuesta? –
– Que no tengo ninguna respuesta. – Hizo una pausa. – Al contrario, tengo más dudas y por otro lado tú, me desconciertas con más cosas. –
– ¿Y si te digo que es coincidencia que lo sepa? –
– No creo en las coincidencias, entonces. – Tomó mis manos. – Lizi, soy solo una adolescente que está recién cumpliendo 18 años, que trabaja con sus amigas en algo que empezó como un juego, soy una escort y tú me dices que es coincidencia que Elizabeth Miller, la magnate empresaria de una de las más poderosas empresas sepa tanto de mí y tras de eso, me pida que actúe prácticamente como su novia por todo un mes. – Intentó soltar mis manos, pero no lo permití. – Es solo que sabes mucho, de muchas cosas y... – Me miró y me dejé descansar en su mirada. – Es extraño, sabes, pero siento que te conozco, desde antes, no sé si fue en otra vida o qué. – Sonrió, su mirada brillante estaba en la mía hasta que un tono constante nos volvió a la realidad. Bajó la mirada. – Ya están las palomitas... – Sonrió, el sonido del microondas hizo explotar la burbuja en la que nos habíamos ensimismado.
Con cuidado saqué las palomitas y caminamos a la sala, ella iba adelante, con sus pasos algo largos pero aletargados y estaba vez, yo iba atrás, admirándola y recordando cómo fue que caí en esto.
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| Adolescente en renta |
Novela JuvenilTengo una página web con mis amigas desde hace un año, hemos creado nuestra propia micro empresa con el fin de recolectar dinero para varias causas. Pensamos la idea en un principio de manera de broma, sin embargo, con el tiempo pasó a ser nuestra f...