La soledad era un complemento sustancial cuando de pensar se trata, me había quedado en aquella silla con sentimientos encontrados, tenía miles de preguntas, ¿Por qué era así conmigo? ¿Qué tenía yo que no tenían las demás? Y, además, ¿Cómo sabía que yo cumplo años mañana? No entendía nada, sinceramente.
Esta mujer era un misterio.
Pero, siendo sincera conmigo misma, me gustaba ese atrevimiento que tenía, sí, me enojaba que se pasara y violara todas mis reglas y ni qué decir de mi espacio personal, pero eso, eso hacía que algo en mi hiciera chispa.
A penas era medio día y yo ya estaba fantaseando con ese último beso que me dio, sentía mi frente cosquillar.
No podía negar que algo en ella se sentía como un recuerdo, su aroma lo conozco, sus ojos y cuando me llamó "Anita".
De verdad que es toda una caja de pandora.
Mientras cocinaba algo para mí, puse música en el equipo de sonido desde mi teléfono, sonaba lo suficientemente fuerte como para darme la confianza de cantar. "Yellow" de Coldplay llenaba mis sentidos, cortaba pequeños trozos de carne cuando la música se detuvo y por consecuencia, yo también.
De pronto, mi tono de llamada se escuchaba en los parlantes.
– Esa debe ser mamá... – Murmuré acercándome al celular.
Para mi sorpresa, era un número privado; con extrañes contesté, no esperaba aquella voz al otro lado.
– [Hola, Anita] –
– Hola... –
– [¿No te alegra que te llame?] – Preguntó con carisma.
– Sinceramente, no esperaba su llamada. – Respondí y ella sonrió al otro lado. – ¿En qué le puedo servir? –
– [En muchas cosas, la verdad.] – Su tono de voz era seductor. – [Pero eso después, mañana tenemos una cena, te llegará un paquete con la ropa, zapatos y accesorios.] – Dijo lo último sin mucha importancia. – [Ah, también, pide permiso o no sé qué harás, pero dormirás conmigo.] – Escuchaba música de ascensor. – [Nos vemos, niña mía.] – Cortó.
No puedo creer lo que ha dicho.
Dormiré con ella.
Mañana.
Dormiré con ella. Ok, eso ya lo dije, pero, realmente dormiré con ella.
Tenía mi celular en las manos, estaba de pie en medio de la sala como idiota, meditando lo que acaba de decirme está loca, dormiré con ella mañana
Espera, ¿A qué se refiere con "dormir"?
– Dios... ¿En qué me metí? –
Caminé lento a la cocina, hacía todo prácticamente en automático, no era consciente de nada.
Comí y me fui a mi casa, tenía que pasar tiempo en ella también. Al llegar, me encontré con mi mamá sentada en el sillón viendo alguna novela, posiblemente mi padre y mi hermana estarían en el trabajo, subí las escaleras a mi habitación evitando cualquier pregunta.
– Ana. – Llamó mi madre. – Ven aquí un momento. – Con mi rostro neutral llegué hasta ella. – En el refrigerador hay una cerveza, pásamela, por favor. –
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| Adolescente en renta |
Teen FictionTengo una página web con mis amigas desde hace un año, hemos creado nuestra propia micro empresa con el fin de recolectar dinero para varias causas. Pensamos la idea en un principio de manera de broma, sin embargo, con el tiempo pasó a ser nuestra f...