Capítulo 2

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A la mañana siguiente, después de que Chanyeol saliera rumbo al bufete de abogados donde era socio, Baekhyun se quedó solo en casa. Había prometido que no dejaría que los recuerdos del pasado lo atormenten, tenía que al menos intentarlo, pero por más que trató de olvidar, los recuerdos martillaban su mente una y otra vez:

"¿Dónde estaría? ¿Lo habría olvidado? ¿Nos habría perdonado? ¿Y él...?" Su mente se detuvo cuando sus ojos encontraron el álbum de fotos de la noche anterior. Lentamente se acercó y lo tomó entre sus manos, acariciando la cubierta, se sentó en uno de los sillones a hojear el álbum. Cada fotografía le alegraba levemente: sonrisas en todos esos rostros, travesuras que hicieron, las vacaciones de graduación, playa, arena y... él. Ahí en una de las fotografías de grupo junto a la fogata, se encontraba ése chico de fondo, mirándolos fijamente con una fría expresión en el rostro.

No lo soportó y cubrió la imagen con ambas manos, lanzó un suspiro y miró alrededor. Era bastante estúpido lo que sintió por un momento, pero tuvo que hacerlo para recobrar la tranquilidad: se levantó con el álbum entre las manos, y recorrió cada habitación buscando a ése chico. Cuando terminó de hacerlo no pudo evitar lanzar un suspiro de alivio.

— Cálmate ya, pasaron años después de eso...— dijo para sí mismo.

Sacudió la cabeza y lanzó el álbum a la mesa del comedor. Sus ojos miraron por un segundo como el objeto caía cuando antes de que pudiera voltearse, ver esa fotografía por ese maldito segundo final, le produjo un escalofrió en todo su interior, esos ojos no miraban al grupo en total, lo miraban a él, solo a él. Se acercó al álbum y observó con detalle: En el centro del grupo junto a Luhan, estaba él rodeado por los brazos de Chanyeol y observado fijamente por esos ojos llenos de odio e ira.

El terror de verse observado con tal expresión, hizo que se armara de valor para ver el resto del álbum a detalle: pasó de fotografía en fotografía buscando a ése chico. Las manos le comenzaron a sudar cuando notó que en todas las fotografías Kyungsoo ni se hacia presente, ni siquiera en las fotografías de Chanyeol, ése chico solo se le podía ver en las fotografías de Baekhyun. Siempre de fondo, siempre vigilante, esperando el momento adecuado. Las piernas le temblaron cuando sintió un fuerte punzón en el vientre, no quiso ver más y estrelló el álbum contra la pared. Sacó su móvil y aun con dolor, llamó:

— Lay ¿Puedes venir a recogerme?... No, no es nada del bebé... Si... Si... ¡Si, estoy bien! ¿Puedes o no?... Está bien, te espero. Por favor apresúrate.

Tras unos interminables minutos de espera, al fin pudo escuchar tocar el timbre desesperantemente.

— Baekhyun ¿Qué ocurre? ¿Vamos al hospital? ¿Debo llamar a...?— escuchó a penas abrió la puerta.

— ¡Basta!— cortó— Lay ya te dije que no es nada. No quería estar solo, es todo. Por favor ¿Podemos ir al trabajo?

— ¿Ahora? Pero faltan casi dos horas.

— No me importa, esperare en la cabina si es necesario— cerró la puerta y camino hacia la vereda— bueno ¿Vamos o me voy solo?

Lay se apresuró a caminar junto al futuro papá, era invierno y pesé a que éste llevaba puesto un enorme sacón que le cubría todo el cuerpo, el recién llegado se sacó la chaqueta para cubrir a su amigo.

— No hagas eso, basta.

— Pero debes abrigarte— insistió Lay cubriéndole nuevamente.

— ¡ESTOY ABRIGADO! ¿No ves la enorme carpa de circo con la que camino?— tomó la chaqueta y la estrelló contra el piso.

— Cálmate, sabia de los cambios de humor pero esto es demasiado, si solo tienes cuatro meses. Solo trataba de ayudar.

Baekhyun se limpió los ojos antes de que su amigo pudiera notar las lagrimas que ya se dejaban ver— Ya sé, lo siento. Si quieres ayudar, ayúdame con esto— abrió uno de los enormes bolsillos y sacó el álbum de fotografías de la noche anterior— por favor deshazte de esto.

— ¿Pero...?

— No es que no quiera verlos, no es que quiera olvidar, bueno si. Es que necesito olvidar el pasado, quiero olvidarme de Kyungsoo.

— ¿No sería más fácil sacar todas las fotografías de él? Yo las cortaré si quieres.

— No. Yo quiero olvidar todos esos años. Quiero que me perdone, quiero que lo olvide y olvidarlo yo. Por favor Lay, no quiero más preguntas sobre esto. Por favor deshazte de él.

Ambos se miraron por un momento, hasta que Lay asintió con la cabeza. Caminaron en silencio hasta que pasaron por el parque natural que estaba antes de la estación de radio dónde ambos trabajaban.

— ¡Ya se! ¿Puedo enterrarlo aquí?

— Haz lo que quieras con él— apenas terminó de decir la frase cuando pudo ver como su amigo se adentraba al bosque— ¿Ahora?

— No quieres ver el álbum el resto del día ¿o sí? Con lo distraído que soy, hasta podría olvidarlo en la cabina y todos los compañeros hablarían de él por días y días y hasta...

— Hazlo ahora.

Vio como su amigo se perdía entre las ramas. Se quedo mirando al interior del bosque mientras el viento jugaba con su cabello, aquel lugar que casi un año atrás, Baekhyun había escogido como el sitio perfecto para casarse con Chanyeol, ahora le resultaba terriblemente sombrío. La magia que antes sentía provenir de las ramas y flores se había desvanecido, en su lugar ahora solo veía sombras deformes de troncos secos y vegetación muerta cubierta de nieve.

Los labios le comenzaron a temblar cuando recordó esos ojos en las fotografías, imaginó que era lo que ése chico pensaba mientras lo vigilaba. Se mordió los labios fuertemente hasta que escuchó un fuerte estruendo entre las ramas.

— ¡Ya está!

— ¿T-tan pronto?

— Baekhyun...— sacudió la nieve de sus ropas— estuve dentro casi por una hora ¿Estás bien?

El nombrado no respondió y continuó caminando.

Llegaron a la estación de radio donde ambos trabajaban todas las tardes en un programa juvenil, faltaban alrededor de 20 minutos para comenzar así que Lay sirvió dos tazas de té caliente para ambos. Sus compañeros de trabajo comenzaron a llegar, uno a uno y antes de que fueran a sus puestos Baekhyun sujetó a Lay del brazo:

— Promete que no se lo dirás a Chanyeol.

— Pero...

— Él no entenderá el miedo que sentí, por favor... Promételo.

— Lo prometo.






Lo que acecha por la ventana [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora