Lo que acecha por la ventana [COMPLETO]

Capítulo 26

Y Baekhyun era mío. Yo tenía la verdad en mi boca, las llaves en mi mano y mi mano en mi bolsillo, entonces sí, Baekhyun era mío. Rodeado del más inquietante silencio, él dejó que yo lo guiase hacia la habitación, yo me encontraba tan hambriento de su ser, que hubiera optado por hacerlo mío ahí, con la sola oscuridad como testigo del amor que siempre nos tuvimos, sin embargo, él, tal vez por recato tal vez por maldad pura, bloqueó con un delicado gesto de sus manos el primer intento que tuve de desnudarlo. "Mi niño bonito, ¿Cuánto más habré de esperar para saciar estas ganas que tengo de ti?" pensé en el momento justo en que sentí como sus frágiles dedos se entrelazaban con los míos. Sentí como el anillo, recuerdo de nuestro amor de secundaria, rosó suavemente mi piel, volteé a mirarlo y juro haber visto un destello de felicidad y lujuria en su mirada.

- ¡Cuánto espere este momento, mi amor!- exclamé al tiempo en que acerqué su mano a mi boca para saborear cada uno de sus dedos. Mis labios se deleitaban con su dedo menique, escuché un pequeño suspiro y me apresure a pasar al siguiente dedo, mientras mi lengua jugueteaba con el anillo que decoraba su dedo anular, lancé una fugaz mirada hacia mi amado, "Le está gustando" pensé cuando vi dos lágrimas rodando por sus mejillas: él también había estado esperando por este momento.

Decidí entonces guiarlo hacia nuestro cielo, entramos a la edificación, tomados de la mano, él caminaba detrás de mí, observé como lanzaba pequeños vistazos a las habitaciones de cada pasillo, tomamos el elevador y fuimos recibidos por los alarmantes gritos de uno de nuestros vecinos:

- ¡CÁLLATE, NO ERES REAL! ¡CÁLLATE, CÁLLATE!- vociferaba el interno de la habitación 1. Mi ángel soltó mi mano de un tirón y corrió en dirección a ese grito, se puso de puntillas cerca de la ventana y lanzó un suspiro de terror cuando vio el interior.

- Baekhyun regresa- dije mirándolo- Baekhyun...-tuve que caminar sobre sus paso para llegar a él y traerlo de regreso, el pobrecito estaba tan asustado que apenas pudo voltear a mirarme.

- Ahí... ellos...

- Dirás, él...

- No, ahí...- su pequeña mano apretó la mía con firmeza- ahí hay dos personas, son dos muchachos, como nosotros- sus hermosos ojos se abrieron enormemente- son dos.

Mi teatro estaba a punto de caerse. La verdad me pertenecía, era solo mía y, aquel momento, no era especialmente el mejor de todos para compartirla con Baekhyun, después de todo, ¿Cómo podría explicarle el espejismo que viviríamos hasta el final de nuestros días? ¿Cómo explicarle que, nuestro vecino al igual que él, estaba condenado a vivir con una persona de carne y hueso cuyo único objetivo era llevarlo al límite de la locura? ¿Cómo explicarle que alguien había pagado grandes cantidades de dinero solo para que el hospital psiquiátrico aceptase y encubriera esta aberración?

- Mírate, estas temblando- rosé sus hombros con mis manos para atraerlo hacia mi- ¿Ves que aún no estás listo para salir?- le obligué a volver a mirar a través de la ventana- ahí solo hay una persona- dije convencido- SOLO UNA- enfaticé casa palabra.

Baekhyun cubrió su boca incrédulo y aproveche ese pequeño gesto de debilidad para atraerlo contra mi pecho y acariciar su cabeza, "Me ha creído, creyó en mí una vez más", sujetándolo de la cintura lo aparté del bullicio y continuamos el recorrido hacia nuestra habitación. Apenas ingresamos, deposité un beso sobre sus labios, luego otro en sus mejillas, pronto y sin previo aviso me encontraba lamiendo cada centímetro de su rostro, cual perro faldero mordisqueando un trozo de hueso, pronto me encontré mordiendo sus mejillas y orejas, no lo hice por maldad, fue producto de este deseo incontrolable que le he tenido desde siempre.

- Me lastimas... - trató de apartar su rostro pero le detuve con ambas manos sosteniéndolo con firmeza- para...- usó sus manos para apartar mi cuerpo del suyo pero fue igualmente inútil