Lo que acecha por la ventana [COMPLETO]

Capítulo FINAL

La espera se hacia más insoportable con cada segundo que Chanyeol veía pasar en el sobrio reloj de pared, sentado y apoyando los codos sobre sus piernas, juntaba sus manos y las separaba de vez en vez sin ningún otro propósito que hacer más tolerable su espera. Sonreía con solo imaginar el momento justo en que, una vez abierta la puerta principal, la figura del amor de su vida se presentaría ante él; planeaba recibirlo con un apasionado beso seguido de un  abrazo, planeaba decirle lo mucho había esperado por ese reencuentro, contarle lo mucho que lo había extrañado, pero sobre todo prometerle que nunca más permitiría que nadie ni nada se interponga entre ellos.

Su silenciosa espera fue interrumpida por el leve sonido de pequeñas gotas de lluvia golpeando la ventana sin darse cuenta había pasado más de media hora sentado, el punzante presentimiento de que algo malo estaba por ocurrir golpeó su corazón, rápidamente se levantó miró a través de la ventana y nuevamente hacia el reloj, enojado tomó su celular, se disponía a marcar cuando fue interrumpido por el movimiento de la puerta principal abriéndose lentamente, tal como él se lo había imaginado, contuvo la respiración mientras veía como un par de piernas cruzaban el lumbral y caminaban lentamente hacia él. Las palabras sobraron en aquel instante, con tanto que decir y con tan pocas palabras que lo puedan expresar, solo pudo extender sus brazos y recibirlo con una sonrisa:

- Llegaste...- rodeo el cuerpo del recién llegado con sus brazos- estas aquí...- acarició el cabello que estaba cosquilleando su cuello, se aproximó lo suficiente como para percibir el aroma de éste y depositó un beso en su superficie- es... es como si el tiempo no hubiera pasado- afirmó y efectivamente, el cuerpo de la persona que siempre amó lucia, olía e incluso se sentía igual.

Tomándolo de los hombros lo apartó un poco para verlo a la cara y recibir una respuesta, más solo encontró silencio en su lugar.

- Voy por Lizzy.

Chanyeol depositó otro beso y corrió por los escalones hacia la habitación de la niña, ella se encontraba profundamente dormida por lo que tuvo que cargarla con cuidado asegurándose de tenerla bien abrigada y cubierta. Salió de la habitación arrastrando un bolso por el suelo:

- ¿Quieres ayudarme con esto?- extendió la pañalera hacia su compañero- No te imaginas lo mucho que la niña te extraño.

Nuevamente solo silencio quedó. Un poco fastidiado por la actitud que el recién llegado estaba tomando, suspiró y comenzó a descender los escalones lentamente, tenia presente que todo había sido más difícil para su compañero que para él, por lo que no quiso darle mayor importancia- Supongo vamos tarde, si lo prefieres puedes quedarte en casa. Yo volveré en una hora como máximo, tengo que hacer "acto de presencia" y ya.

- No. Yo necesito ir.

- Mi amor, solo irás a perder tu tiempo. Hace mucho frio, ¿Por qué no mejor te quedas en casa con la nena?- hizo una pausa para esperar alguna respuesta positiva pero no funciono- está bien... - volvió a besarle el cabello- Qué terco eres- regaño dulcemente.

Resguardados bajo dos elegantes paraguas de color oscuro, llegaron al parqueo de la casa y Chanyeol encendió el desbloqueo automático de las puertas del automóvil, con la niña en brazos y la pañalera colgando de uno de sus hombros, le fue imposible ingresar:

- ¿Puedes sostenerla?- esta vez no espero respuesta, abrió la puerta del copiloto para que su compañero ingresase y dejó a la niña en su regazo- Vamos, no pongas esa cara, es nuestra niña.

Se apresuró a abordar y aceleró.

- Hoy, por fin terminará todo esto- trató de hacer conversación- no te imaginas las ganas que tenia de mandarlo todo al demonio y deshacerme de él de una vez- suspiro- si no lo hice, fue únicamente porque tú me lo pediste, y ya veo porque- giró la cabeza para mirar a su compañero y sonreír- tú tenias otros planes para él, tú querías ser quien lo mate. ¿Ves que sí tenía razón? Cada detalle que llevé a cabo, por muy pequeño que haya sido, dio resultados: los rasguños, las ratas...