Capítulo 15

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Los tenues rayos del sol de la mañana de Jueves acariciaban suavemente la piel de Baekhyun, cerró los ojos tratando de imaginar que en cualquier momento el aroma del delicioso desayuno que su esposo solía traerle a la cama lo despertaría de aquella horrible pesadilla, pero por más veces que cerraba los ojos y los volvía a abrir la escena no cambiaba: Chanyeol empujaba lentamente la silla de ruedas en dirección al estacionamiento.

— ¡Chanyeol! ¡Chanyeol!

Baekhyun reconoció de inmediato la voz.

— Mierda...— susurró el abogado antes de dar un profundo suspiro.

— ¿A dónde... a donde van? ¿A dónde... lo llevas?— preguntó Lay tratando de recuperar el aliento que perdió tras correr para alcanzar a la pareja.

— Hoy dieron de alta a Baek, lo llevo a casa.

— ¿Y porque no me dijiste nada? ¿Qué harán? ¿Dónde irán? ¿Qué...?

— Ya te lo dije— cortó molesto— A CASA. Lay te agradezco todo lo que hiciste— bordeó a su amigo empujando la silla de ruedas— eres un buen amigo.

— No... no... ¿Qué...?

— Lay por favor, deja de entrometerte.

El recién llegado miró por unos minutos como la pareja se alejaba, tragó saliva y corrió nuevamente hacia ellos— ¡Baekhyun!— casi lanzándose al camino de la silla, cortó el paso y abrazó fuertemente a su ex colega— Lo siento mucho, de verdad lo siento mucho.

Chanyeol apartó enojado a su esposo y apresuró el paso hacia el coche. No hubo más interrupciones durante el trayecto, llegó al automóvil y con mucho cuidado ayudó a Baekhyun a ingresar a éste. A penas se posiciono en la carretera, aceleró y en contados minutos ya se encontraban fuera de la ciudad, uno de ellos reconoció de inmediato el sendero, la noche en la que pasó por la misma huyendo de su acosador, el miedo que sintió al verse acorralado, de inmediato, su cuerpo se estremeció al recordar esa cautivadora sonrisa.

— Baekhyun... sé que debí traerte "a casa" hace mucho. No te cuidé lo suficiente y lo siento tanto... Ahora todo será diferente ¡Ya verás!— ingresó el automóvil en el parqueo de una pequeña gasolinera de paso, apenas apagó el motor se quedó viendo a su esposo por un momento, y continuó— quería pasar por el despacho por unos papeles, pero creo que mejor hago unas llamadas para resolverlo. Quédate aquí ¿De acuerdo?

El ex internado no respondió y se quedó observando cómo su esposo ingresaba a la pequeña tienda de la gasolinera, pese a que llevaba totalmente destrozado el corazón, el aroma fresco a bosque que los rodeaba le producía una paz infinita, se animó a salir para poder sentir los rayos de sol otra vez, lentamente, se deslizó hasta quedar fuera. Dejó la puerta del coche abierta y dando unos cuantos pasos con los ojos cerrados, congeló sus movimientos cuando accidentalmente pisó una bola de piñón (fruto de los arboles de pino), su mente recordó el encierro que vivió hace tiempo, en cuanto sucedió y sin poderlo controlar, sus ojos produjeron un par de lagrimas.

— ¡Tim, dámela! ¡Devuélvemela!

— ¡Ven por ella!

— ¡Eso no es justo! Le diré a mamá.

Un pequeño niño rubio se presentó ante Baekhyun y con un poco de temor quitó el piñón que éste tenía atrapado con la palta del pie derecho, se observaron por un momento hasta que una hermosa niña de cabello dorado cual rayos del sol se hizo presente. Ella llevaba colgando de la mano izquierda una muñeca y de la otra una cesta color rosa apenas vio al adulto, sonrió ampliamente y señalando a su vientre preguntó:

— Señor, ¿Qué le paso?

— No seas tonta Lizzy, él esta embarazado— regaño el mayor de los niños haciendo muecas graciosas con las manos

Lo que acecha por la ventana [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora