Capítulo 5 "El duelo de reyes, despierta el gran oscuro"

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Ramadán despierta luego de que Milo lo noqueara, pero él empezó hacerse más fuerte al recordar que su propio hijo asesinó a su amada, este sujeto emanaba un vapor sofocante, el cielo se oscurecía, Milo lo observaba con una mirada llena de odio, mientras su padre empuñaba su hacha, el rey volvió a brotar esa aura roja, ambos corrieron a gran velocidad, empezando su combate.

Ramadán superaba a Milo en pleno combate, los soldados de Solaris vencieron al ejército oscuro, Boe el cápitan y mejor amigo del rey da la orden de disparar las flechas al padre de Milo. Ramadán es herido en su hombro derecho, sin embargo la ira que tenía elevó su poder a tal punto que llamó la atención que en su sombra había un ser luminoso que brillaba más que la luz del sol, por lo que éste se apoderaba del cuerpo de general oscuro.

Luego de que este sospechoso ser tomara el control del cuerpo del general Ramadán, empezó a decir

– Soy el gran oscuro, Rey Milo probarás una parte de mi suprema fuerza.

El oscuro ataca a Milo con una serie de puñetazos y patadas, apenas él podía defenderse. El rey en medio de sus esfuerzos por sobrevivir al violento ataque logra empujarlo, para comenzar su contraataque, pero es inútil ante la gran defensiva del oscuro que con facilidad esquivaba los puños y patadas de Milo.

Boe al notar la difícil situación en la que se encontraba su rey, corrió por las escaleras externas del templo, subió hasta la terraza, desenvainó su espada y se lanzó a atacar al oscuro, pero este lo golpeó con mucha fuerza dejándolo inconsciente, los soldados al ver tal escenario empezaron a disparar flechas, hiriendo de la pierna izquierda del maligno ser, sin embargo este empezó a pisar a Boe despertando la furia de Milo que volvía a emanar su gran aura roja ardía más que el magma. 

El oscuro estando confiado dijo

– Así está bien, podré ir liberando de a poco mi gran poder.

Milo lanzó una gran patada, el oscuro la esquivó dándole un fuerte puño el ojo derecho que acabaría perdiendo la vista en él

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Milo lanzó una gran patada, el oscuro la esquivó dándole un fuerte puño el ojo derecho que acabaría perdiendo la vista en él.

Milo desesperado grita

– ¡Dios dame la fuerza para ganarle!

Se vuelve a subir su guardia y ataca con varios puñetazos al oscuro, pero el rey pierde el equilibrio por su desorientación al no tener la disposición de su ojo derecho y el oscuro agarra el hacha del padre de Milo y le corta la mano, este gritaba de dolor, el oscuro se rió y afirmó

– No tiene caso que sigamos luchando, porque yo gané.

Él se marchó, desvaneciéndose en la neblina que rodeaba al pueblo dejando moribundo a Milo, Boe se levanta y carga a su rey para que sea atendido.

Luego de seis horas de camino a Solaris, imploraron a su Dios, para que les dijera como salvar al rey.

Su Dios les dijo

– Báñenlo en las aguas de mi río para que sea curado.

Milo fue lanzado al río y cada una de sus heridas sanaban sin dejar cicatriz alguna, excepto que ahora carecía de su mano derecha y su ojo derecho.

El es llevado a su palacio donde se encontraba su reina esperándolo, Milo la empujó y se metió a su cuarto a descansar en el suelo, porque no iba a reposar en una cama en la que su esposa estuvo con otro hombre.

Milo mandó a buscar a su esposa, al entrar ella, milo la agarró de las manos y la besó, la desnudó, acostándola en la cama, mientras la besaba y lloraba, la apuñaló dos veces en el vientre diciendo

– No permitiré que la semilla del mal sea cosechada en mi reino, por lo tanto en el mundo de los espíritus nos vemos.

Así Milo en el suelo se acostó y se durmió.

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