Capítulo 7 "Los soldados de Solaris se entregan al oscuro"

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Milo llegó al final del gran desierto, es a la ciudad de Foluke, la cual era llamada la ciudad de Dios, su gran poder empezaba a agotarse, el perdiendo la conciencia en la entrada de la ciudad. Mientras esto ocurría, una hermosa mujer montó a Milo en su carretilla con sus hijos, llevándolos a su hogar.

El ejército de Adín fue derrotado, Marcia logró escapar de milagro con Boe, ya que Adín se sacrificó junto con sus hombres y los soldados de otros pueblos para que un Solárita sobreviviera, ya que Boe fue traicionado por sus hombres y decidieron apuntar sus arcos ante la gente de su reino.

La reina Amina logró encontrar a Boe y a Marcia, llevándolos junto con los habitantes de Solaris a la ciudad de Foluke.

Al cabo de unas horas la hermosa mujer despierta a Milo, que se encontraba acostado en la cama de ella, mientras que sus dos hijos descansaban a su lado, milo le dice a la hermosa mujer:

– Que buen despertar el mío, tu grata voluntad ha salvado la vida de este rey traicionado por su pueblo y tu belleza me devuelve la fuerza para luchar por su libertad, ¿cómo te llamas?

La hermosa mujer contesta:

– Me llamo Leiza, que significa "consagrada a Dios" y gracias por los halagos, pero te digo de entrada que no soy una mujer fácil de conquistar, ahora sí dime, ¿Quién eres? Ya que vi alas en tu espalda.

Milo sonríe coquetamente y le responde:

– Soy el rey Milo de Solaris, estoy aquí con la misión de formar una nueva generación de soldados para liberar a mi amado pueblo.

Leiza le guiña el ojo y le dice que pase a comer algo.

La reina Amina, los capitanes Boe y Marcia llegan a la ciudad de Foluke, mientras van pasando por las calles que llevan al palacio del gran líder, Milo escucha a la gente decir:

– Bienvenida Reina del Cairo, grandes sean los soldados de Solaris.

Milo no lo pensó más y le pidió a la hermosa mujer que lo ayudará a ver a sus amigos.

Boe mira al cielo y se da de cuenta que las estrellas gemelas brillaban más que nunca, entonces dedujo que los hijos del rey estaban en la gran ciudad, Marcia se da cuenta de su inquietud y lo invita a recorrer la ciudad para encontrar a su rey y mejor amigo.

Luego de un rato, Milo ve a Boe y le dice:

– Amigo mío, hermano mío, creí que habías muerto ante las legiones del reino de lo oscuro, vamos por vino

Boe casi llorando y enojado le dijo a Milo:

– Mis hombres me abandonaron, la caballería de la reina Amina apenas pudo sobrevivir, pero la mayor parte de ella murieron en combate, Adín se sacrificó para que sobreviviéramos, la oscuridad toma más poder tenemos que hacer algo.

Boe luego de notificarle al rey la situación, fijo su mirada en Leiza y con una sonrisa llena de picardía le dijo a Milo:

– Ya veo que encontraste a tu salvadora, a nuestra salvadora, la que no permitió que muriera usted señor que es nuestro héroe y rey.

Milo y Boe se rieron, Leiza sonrió y fueron a comer al palacio del gran líder.

Al llegar al comedor del palacio, Boe y Marcia no se paraban de mirar y sonreír, pero de repente entró el gran líder, los tambores empezaron a sonar y una mujer con un sensacional canto al song de los tambores cantaba la llegada del rey...

El rey Adisa entró al comedor, un hombre alto, con piel negra, calvo, pero con un gran físico de soldado, dijo

– Rey Milo de Solaris, me enteré lo que sucedió con tu pueblo, me da mucha pena que se levantaran en tu contra, mis espías observaron como las legiones del reino de lo oscuro acabaron como si nada con tus defensas, por el momento los únicos Soláritas que están a favor de la justicia y de la libertad son tus hijos, la reina Amina y sus jinetes, los capitanes Boe y Marcia.

Milo respondió:

– Si no hubiera aparecido esta mujer la que me encontró en la entrada de su gran ciudad quizá, ya estaría en el mundo de los espíritus. Ella es Leiza, mi salvadora y seguro mi futura esposa.

Leiza se sonrojó y siguió comiendo.

Milo dio la orden de mandar a buscar los jóvenes que estaban en los reinos a los que fueron vendidos para ser futuros reyes o esclavos, para formarlos como soldados y así llevar a cabo su más anhelado proyecto que es el tener una nueva generación soláritas, entregó todas sus riquezas guardadas en los túneles de Foluke para comprar niños, esclavos, armas y alimentos para la gente de Foluke como muestra de gratitud por acogerlos.

Al terminar de comer con el gran líder Adisa, un pequeño grupo de griegos trajeron consigo a dos de los hombres de Boe que lo habían traicionado, Adisa le da su respectiva recompensa a los griegos y empieza el agresivo castigo de estos dos hombres soláritas, el rey Milo determinó que debían ser amarrados en un árbol, mientras que cada uno de los habitantes de Foluke les lanzaban piedras.

Marcia y Boe se levantaron del comedor y se sentaron en uno de los balcones del palacio, Marcia le dijo a Boe:

– Siempre me has gustado desde que éramos unos infantes y asistíamos a los entrenamientos de supervivencia, los dos siempre nos caracterizamos por ser los mejores del grupo. Por lo tanto mi padre firmó esta petición antes de la brutal batalla en la que podíamos casarnos si quisiéramos.

Boe feliz la besa y acepta casarse con ella, ambos corren en medio de la sábana y empiezan a desnudarse, Marcia se acuesta y Boe la penetra y ahí empiezan hacer el amor. Mientras que el mismo escenario ocurría en casa de Leiza, en donde ella y Milo empezaban a tener sexo y a comprometerse el uno con el otro para estar juntos hasta la eternidad, Leiza abre sus grandes pierdas y se coloca encima de Milo y así comienza el acto sexual y el comienzo de un gran amor.

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