Solaris

Capítulo 6 "La rebelión del reino de Solaris, la oscuridad ataca"

Después de la violenta batalla en el pueblo del reino de lo oscuro, la derrota del rey Milo a manos del gran oscuro que poseyó el cuerpo de su padre al acumular tanta oscuridad en su alma, le trajo muchos problemas con su gente, ya no confiaban en él, no lo perdonaban por haber perdido la lucha ante el maligno ser, a raíz de esto, empezaron a negar a su Dios, un grupo de cincuenta personas le rendían tributo al gran oscuro como su rey supremo, a escondidas preparaban niños para luchar a favor de él, con el fin de derrocar al rey Milo; sin embargo sólo el capitán Boe y los integrantes de la corte de Solaris brindaban su apoyo al rey.

En la mañana del festival de la reflexión que se realizaba siempre a la mitad del año, allí llegaban grandes poetas, filósofos y sacerdotes para exponer sus más grandes obras, pero éste fue el peor momento para celebrar un evento de tal magnitud, ya que el ejército rebelde que luchaba por el reinado del gran oscuro, empezaron a manchar las paredes del palacio del rey con sangre, indicando que la caída de su reinado estaba por empezar.

Milo ordenó

– Boe prepara las trampas que están en el subsuelo del palacio y que la corte real empiece a salir de Solaris llevándose a mis hijos al desierto.

El ejército rebelde trajo consigo hondas, con las que atacaron a la guardia real, al acabar con la seguridad del palacio, los soldados de primera fila que eran niñas y niños, empezaron a soltar panales de avispas y muchas serpientes en el pueblo teniendo ventaja para tomar el control de este.

Milo volvió arder en llamas desatando su gran poder y se lanzó a la defensiva del palacio con el capitán Boe ocultándose en las habitaciones mientras que los arqueros estaban camuflados en los palcos del salón real.

Karius uno de los generales de la oscuridad y comandante del ejército rebelde de Solaris, entró al salón real llamando a Boe, exigiendo un duelo uno contra uno por el control de sus soldados. El capitán real salía de la habitación que estaba detrás del trono del rey con una red y un tridente.

Boe sonríe y dice

– Te uniste a la oscuridad, traicionaste a los tuyos, pero me honra poder destrozar al hijo de un ex-juez de la corte real.

Karius responde

– No sólo me alié con la oscuridad, también gané nuevas habilidades de lucha para matarte, porque tu padre fue quien ejecutó al mío.

Boe replicó

– Sólo los justos seremos vencedores, tu padre era un corrupto por lo que nunca iba a triunfar con su misión de bajar del trono al rey Ramadán, para darte el poder a ti, muéstrame tus mejores habilidades, luchemos maldito.

Milo al ver que un duelo a muerte empezaba, dio la orden de que los arqueros apuntaran a Karius por si intentaba escapar del duelo, pero también dio la orden de disparar contra Boe por si también tomaba la decisión de huir.

El ejército rebelde tomaba a las sirvientas del palacio, las amarraban y eran violadas en las habitaciones del palacio. El pueblo de Solaris vio la situación y también se levantó en armas para defender a su rey que con gran valor junto con sus soldados resistía; mujeres, niños, ancianos agarraban palos, mazos, cuchillos, piedras y lanzaban brea a los soldados rebeldes.

Dios le avisó a Milo que saliera del palacio y que fuera a salvar a sus hijos, porque los jueces  de su corte real fueron interceptados en el camino por soldados del oscuro. El rey despegó con sus alas a gran velocidad para alcanzar a sus hijos de no ser apresados.

Boe empezó atacando a Karius, lanzándole su red, pero este la evade el comandante del ejército rebelde y él se miran fijamente diciendo

– ¡Por el honor!

Karius lanza su salvaje contragolpe, hiriéndolo en la mejilla, pero él no se quedó atrás, así que lanzó su tridente, estacó la capa del general oscuro y le proporcionó muchos puñetazos, arrancando un pedazo de su capa del tridente.

El pueblo grita

– ¡Por la gloria de nuestro Dios y por el honor de nuestro rey!

Ingresan al palacio empezando una feroz batalla contra los soldados de lo oscuro que mataban a los habitantes del pueblo, llegaban más refuerzos de las aldeas aledañas, comandados por Adín, el capitán real anterior del palacio del reino de Solaris. Esté feroz ejército se caracterizaba por domar bestias salvajes como Leones y Tigres, el comandante mandó a la capitana Marcia quien dirigía a su artillería que eran diez grupos de a cinco para lanzar grandes rocas con extensos telares de diversos colores.

Una vez que Marcia colocó a su artillería alrededor del palacio, Adín colocó a sus arqueros detrás de la línea del grupo de la capitana. El ejército del pueblo de jinetes de la reina Amina del Cairo, hija del ya fallecido, rey Cairo. Este grupo de jinetes ingresaron al templo cortando las cabezas de los soldados rebeldes, pero esto no bastó cuando los soldados de lo oscuro empezaron a lanzar grandes rocas con hondas que medían alrededor de un metro y medio, Marcia empezó a agrupar a su artillería para bloquear las rocas con sus telares y que fueran devueltos a los soldados de lo oscuro.

El salvaje duelo de Boe y Karius había llegado a su fin, saliendo Boe con la cabeza del general rebelde, este lanzó la cabeza fuera del palacio y se unió al ejército de la reina Amina, pero los insectos y serpientes empezaban a invadir el palacio, esto ocasionó la retirada de la caballería del pueblo de el Cairo. 

Los  arqueros del palacio real dieron el aviso que venía una gran legión del reino de la oscuridad, contaron más de mil hombres en ella. Los hombres de Adín preparaban a sus bestias para el tercer y ultimo gran asalto por salvar al reino de Solaris, su gran aliado le pidió a Marcia que usaran los arcos, sus soldados se posicionaron formando una media luna detrás custodiando el palacio. Al tener el apoyo de los arqueros reales de Solaris,  Adín posicionó a sus bestias en primera línea con los sobrevivientes del pueblo de Solaris, por tanto la reina Amina se llevó a los niños y a las mujeres tanto jóvenes como ancianas fuera del reino.

El rey milo al cabo de muchas horas de buscar a sus hijos en los cielos vio una gran carroza donde los llevaban amarrados, este descendió con mucha fuerza golpeando a los soldados que custodiaban el vehículo, agarró a sus dos hijos y se los llevó volando a gran velocidad hacia el desierto.

Milo entre lagrimas y lamentos dijo 

  – Hijos míos mi deber es preparar a una nueva generación de soldados para liberar al reino de Solaris, lo siento pueblo amado, pero no puedo hacer más por ustedes, por el momento sean valientes y resistan hasta el regreso de su rey.