Capítulo 9 "El gran poder de Milo, ¿Adios a la oscuridad?"

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Han pasado catorce años desde que Milo llegó a Foluke, el gran líder Adisa falleció a la edad de 50 años por causa de un infarto, por lo que el rey y héroe de Solaris Milo, fue consagrado como el nuevo líder de esa ciudad que le ha brindado su apoyo para derrotar al gran oscuro que ya había levantado reyes en distintos reinos como en Grecia, Persia, Siria y en la gran babilonia, además que ha Solaris la llamó Egipto, formando reyes en los distintos pueblos, creando un nuevo orden, el rey empezó a llamarse faraón y sus costumbres fueron otras...

Milo, en Foluke formó más de quinientos soldados para luchar contra el reino de lo oscuro, pero antes de empezar a poner el plan en marcha unos seres extraños venían en un barco algo peculiar, las velas eran totalmente blancas, con personas vestidas de blanco y dorado, llegaron a la bahía de Foluke y se empezaron a presentar ante la gente como jueces de la orden de la luz, los guardias del palacio los llevaron ante el rey Milo.

Talisca el primer juez habla:

– Gran Milo de Solaris, ahora líder de la gente de Foluke, es un honor conocerlo...

Jina la segunda juez dice:

– Gran Milo, tus hijos ya están listos para dominar sus grandes poderes estelares, ya que son la esperanza del mundo, para evitar que el Señor oscuro que posee el cuerpo de tu padre, evite contender en contra de nuestro Dios porque si no lo evitamos una catástrofe empezaría a nivel global.

Argelia la tercera juez le hace entrega a Milo de una pechera de cuero, un casco de oro y una espada y le dice:

– Señor, héroe, rey y guerrero, salvador del mundo, usa estas prendas, lucha con tus hijos y evita que el oscuro se apodere de todos los reinos y países.

Milo se levanta de su trono y afirma:

– Es momento de partir, jueces de la orden de la luz que hagan cargo de todo, mientras me ausento y si no regreso, que uno de mis hijos sea coronado, eso me haría muy feliz.

Así Lucius fue mandado a casarse con la hija de Boe, con Zaira, antes de partir, marcia prepara a su artillería, la reina Amina del Cairo preparaba su caballería para liberar a su pueblo, Milo a su infantería, Boe a los arqueros, mientras que Lucius, Audard y Hartem iban al lado de su padre.

Sé celebró la boda de Lucius poco antes de salir a la guerra, Zaira complacida besó a su esposo de tan sólo quince años, esperando que volviera con vida y así partieron a Egipto a empezar la guerra en contra del gran oscuro.

Ellos caminaron durante seis meses por el desierto para empezar su ataque al reino de lo oscuro y luego de eso emboscar al oscuro en Egipto. Al cabo de dos semanas estaban en las costas noroeste; más de quinientos hombres y mujeres estaban hambrientas de muerte y sangre por la liberación de los reinos de las garras del oscuro que se hacía más fuerte.

Lucius, Audard y Hartem elevaron su poder al máximo, por lo que brotaban una flama alrededor de su cuerpo, Milo vio esto y se animó también a elevar su poder al máximo pero este emanaba una luz tan intensa similar a la del sol. Los cuatro empezaron el ataque al reino de lo oscuro, asesinando a todos los generales y liberando a los esclavos que se les daban armas para que acompañaran en esta salvaje guerra.

En la entrada de Egipto las legiones del oscuro se levantaban entre la arena del desierto, a las espaldas de los soldados del ejército de Milo. Él dio la orden de que Marcia, Leiza y Boe se retiraran del campo de batalla para que retornaran a Foluke por vías marítimas, ya que sabía que no iba a ser fácil y la esperanza de liberar a su pueblo en caso de que fallara, eran sus hijos.

Milo entre lágrimas dijo con una voz firme y llena de amor:

– Hijos míos, el pueblo siempre será más grande que sus dirigentes, es por esto que siempre he sido el pueblo mismo, para vencer aquellos que quieren hacerse superiores, tal vez no sobreviva, pero eso no importa, mientras el rayo de luz de Solaris siga brillando en este mundo siempre habrá oportunidad de hacer lo mejor para nuestro prójimo, los amo y recuerden, acuérdense de su Dios, es quien los guiará y los fortalecerá en esta gran lucha, espero verlos en el mundo de los espíritus, hasta luego, porque los estaré esperando, no permitan que su luz sea apagada por la tentación de la oscuridad...

Así ellos tomaron uno de los caballos de los hombres de la reina Amina y huyeron de la zona de combate.

Milo con una mirada de justicia elevó su poder al máximo, su espada ardía en llamas y sus alas con cada aletazo expulsaba un vapor muy sofocante, la artillería empezó atacar a los arqueros que estaban en los muros que protegían a Egipto... pero estos les enviaron a sus bestias, Boe ataca con sus hombres a las bestias, Milo con su gran velocidad y fuerza rompe la puerta de entrada, ingresa a la ciudad y empieza su asalto, quemando todas las cosas con una inmensa llamarada que expulsaba, la infantería ingresó a la ciudad matando a las personas del pueblo, pero con una gran roca, taparon la entrada dejándolos atrapados, en eso comenzaron a salir muchos arqueros los techos de las casas apuntando sobre ellos y son atacados violentamente, Milo ve lo que sucede pero va directo al palacio del faraón, este con un gran puño empezó a romper el techo y los pisos hasta llegar al salón real.

El oscuro sonrió al ver a Milo y dijo:

– Creo que es momento de darte la revancha, pero es hora de abandonar este cascarón que es el cuerpo de tu padre.

Milo enojado ardiendo como nunca, observó como el cuerpo de su padre se iba deshaciendo, con esto empezó a crecer una gran bestia negra con forma de dragón que mandó a volar el palacio dejando sólo el suelo del salón real como arena de duelo, este era muy grande. Las legiones del oscuro empezaron su feroz ataque derrotando con facilidad al ejercito de Foluke, la reina amina fue asesinada por una de las bestias.

Milo atacó al oscuro con gran fuerza con su espada pero esta fue rota ante el gran poder del oscuro que empezaba a lanzar fuego intentándolo quemar, el dragón lanzó su coletazo golpeando a Milo, quitándole el efecto de su gran poder.

Él gritó:

– Si mis ataques no te hacen daño, será mejor utilizar toda mi energía para explotar contigo...

El oscuro respondió

– Será imposible porque tengo más poder que tú, soy invencible.

De repente Dios se enojó tanto al ver tanta oscuridad que mandó un fuerte rayo que destruyó la gran torre que construían para llegar al cielo, cambió sus lenguas, confundiéndolos en la batalla, brindándole más poder a Milo para que derrotara al gran oscuro...

Este lanzó una gran bola de fuego al ejército de Milo y matando consigo a sus legiones enteras... Milo pensó en sus hijos, la luz del sol empezó a brillar como nunca antes las tres estrellas que lo cuidaban dieron de su luz para que el se hiciera más fuerte.

Milo con mucha furia dijo:

– Gran oscuro este es tu fin, por mis hijos, por mi pueblo y por un mejor futuro.

El gran rey empezó su vuelo a toda velocidad, agarró por la cabeza al oscuro llevándolo al sol, Lucius, Audard y Hartem veían en la distancia como su padre se sacrificaba para de una vez por todas desaparecer al gran oscuro.

Milo explotó dejando nada de la gran ciudad egipcia, quemando completamente al oscuro, Sus hijos lloraban, pedían a su Dios que lo tuviera en mejor vida, empezaron a recordar sus mejores momentos con el... al cabo de unos minutos Audard exclama que está viendo a una persona caer del cielo, reconocen que es su padre porque su luz se empezaba a desvanecer y su cuerpo desaparecía como cenizas... una gran tormenta de arena pasó tapando las ruinas, las llamas y los cuerpos de los soldados caídos por la libertad de su pueblo.

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