Capítulo 34

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Me removí un poco pero la verdad no pude.

¿Qué rayos?

Abrí dolorosamente los ojos y miré a mi lado y vi.. ¡¿Las escaleras?!

Iba a hablar sin embargo, siento unos brazos rodeándome, me congelé en ese entonces.

¡¿Me estarán secuestrando?!

Alcé la vista y... Esa tonta idea se fue completamente a la basura.

- ¿Q-Qué demonios haces?- le digo enfadada a Midorima

-... Te llevo hacia la habitación- responde simple

- ¿A qué?- enarco una ceja

- Para que duermas ¿a qué más crees que te llevo ahí?

La verdad pensé que íbamos a tener otra vez...

- Ah, nada. Suéltame que yo sola puedo- se detuvo y me miró despectante

- Está bien

- ¡Pero bájame! ¡Que puedo caerme por semejante altura!- roda los ojos

- No te mandé a que fueras enana..

- ¡Cállate!- le grito- ¡ya bájame!

Hizo lo que le pedí y rápidamente mis pies tocaron el suelo.

- No vuelvas a hacer eso- le informo

- Entonces tú tampoco vuelvas a dormirte en una silla- atacó

- Maldito bastardo... ¿Sabes por qué estuve ahí?- un tic se formó en mi ojo

- No lo sé- se encoge de hombros

- ¡Es increíble!- exclamo furiosa y subo los pocos escalones que quedaban

¡¿Cómo no puede saber?! ¡Estuve acompañándolo! ¡Le dí abrigo!

¡Qué mal agradecido es!

Me alisté para ir a clases, si, después de todo era un aburrido lunes.

Bajé las escaleras y me topé con él, estaba obstaculizando mi camino.

- Hazte a un lado, quiero ir temprano- le dije algo amable

- Eso debiste pensarlo antes

- ¿De qué hablas? ¡Quítate por favor!- le grité

- Son las 8:40 am, es demasiado tarde- lo miro de pies a cabeza

- ¿Y eso qué? Además tú estás con tu uniforme, ibas a ir ¿no?- asiente levemente- entonces ¿qué haces aqui?

- Estoy aquí porque tuve que despertarte

- ¿Oh? ¿En serio?- luzco asombrada- si claro, ¡ya quítate!- doy un paso hacia adelante pero él me lo impide

- ¿Qué parte de que no puedes ir no entiendes? Es demasiado tarde, puedes tener un castigo y te regresarán- dice mientras me toma del brazo

- ¿Y eso qué? He tenido peores problemas de lo que tú te imaginas ¡suéltame!- forcejeo

- No irás y punto- dice autoritario

- ¡Argh! ¡Me tienes loca!- me zafo de su agarre y camino hasta la cocina

- Más loco me tienes tú

- Hm, claro...- tomo un tazón, lo dejo en la mesa y voy hacia la repisa para tomar el cereal.

Lo malo era que... No llegaba

Tú... ¿De Verdad Me Amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora