Tú... ¿De Verdad Me Amas?

Capítulo 19

Akane

Estaba enviándole mensajes a Midorima mientras estaba pensando en qué obsequiarle, ya que específicamente hoy cumplimos 3 años de ser novios.

Ha pasado muy rápido el tiempo.

- Akane, dime cuál es mejor- me llamó Minami, rápidamente apagué mi celular y dirijí mi total atención a ella

- ¿Si?

- Rosado fuerte o... Café oscuro- me mostró dos pedazos de tela

- Hmm, el... ¿Café oscuro?- le dije dudosa

- ¿Segura?- tomó el pedazo de tela de ese color

- Emm, si, supongo- vacilé con mis ojos

- Hmm..- dijo pensativa mirandi atentamente el pedazo de tela- si, queda bien, ¡gracias!- sonrió

- De.. ¿Nada?- le dije confusa- ¿para qué quieres esos colores?

- Quiero hacer una bufanda para mi- sonrió

- Ahh, ya..- asentí

- Es por eso que quise tu ayuda- me dió un codazo amistoso en mi brazo

- Oh, ya, bueno, escogí ese color porque odio el rosa, lo destesto- refunfuñé

- Já, ¿en serio?, es bonito, ¿por qué a la mayoría de personas les desagrada?- preguntó

- Por el simple hecho que es horrible- sonreí divertida

- Nah, no creo..

Minami fué interrumpida por el sonido del timbre, resoplé molesta.

- ¡Argh!, ¡maleducado!- gritó furiosa señalando el maldito objeto

- Vámonos o el profesor nos deja afuera- me puse de pie

- Prefiero eso a que tener que oír sus idioteces- rodó los ojos.

Mientras caminábamos hacia la facultad, estaba revisando los mensajes porque no me había contestado..

¿Le habrá pasado algo?

Espero que no.

Para convencer a mi mente de no pensar cosas malas, decidí enviarle un mensaje.

Oye, ¿llegarás temprano a casa? ^3^

Lo envié y sólo me queda esperar.

¡Cómo odio esperar!

{...}

Estaba atenta a las clases y algo abrumada por no haber visto un mensaje de él.

La angustia me consume y estoy desesperada en que me responda.

De pronto sentí algo pequeño chocar con mi mano. Miré al piso y vi que era una bola de papel.

La tomé y con cuidado de que no me viese el profesor, la abrí.

Minami~

¿Qué rayos te pasa?, ¡estás viendo a la nada! >.<

Tomé mi bolígrafo y le escribí.

Nada, sólo estoy preocupada por Midorima u_u

Se la lancé y justo cuando la bola cayó cerca de su asiento, el profesor me miró, pero me mostré tranquila.

Arqueó una ceja para luego quitarme su vista de encima y seguir escribiendo en el pizarrón.