Tú... ¿De Verdad Me Amas?

Capítulo 48

Me deslicé por el varandal de las escaleras y caminé hasta la cocina. Encontrándome con varias sirvientas y... Un chico que no conozco.

Al dar un paso, llamé sus atenciones y me saludaron con una reverencia. Odio esto.

- No hagan esto, no es necesario en serio- les detengo su "reverencia"

- Perdónenos señorita pero es la costumbre y nuestro respeto- explica Yorika, una de las tantas sirvientas

Suspiro- Está bien, sigan con su trabajo- hicieron caso y sentí una impotente mirada fija en mi ser-... ¿Quién eres tú?- le pregunté al chico nuevo

- Soy Yoshiro Takeda- se presenta sutilmente

Enarco una ceja- ¿Y eres..?

- El suplente del chef, estoy dispuesto a servirle lo que sea señorita- reverencia

- Te dije que odio eso que hagan- le dije y rápidamente alzó su mirada

- Lo lamento

- Está bien, por favor sigue lo que... Estabas haciendo- hago una mueca envés de una sonrisa, severamente lo estropeé

Hmm, qué chico tan extraño, me da escalofríos.

Decidí ir hacia afuera en camino hacia el jardín. Quería encontrar a Akashi, queria preguntarle algo importante.

No le di mucha importancia, ha de estar nervioso por los juegos.

Al escuchar mis pasos, rápidamente salió de su trance. Se sorprendió al verme

- ¿Qué haces aqui Akane?

- Oh, nada, sólo quería...Bueno, estaba buscándote- confesé sentándome a su lado

Enarca una ceja- ¿Para qué? ¿Te sientes mal?

Medio sonreí- Eh no, sólo quería preguntarte si mi tío vendrá hoy o no, ya sabes, para no enfrentarlo

Suspira- No te preocupes, él está en un viaje, vendrá hasta el otro mes

Por fin algo bueno- Oh, ya, genial..

- Si

Miré el cielo- ¿Sabes? Presiento que algo bueno sucederá, llámame loca pero es verdad

Me mira- ¿Ah si? Espero que tu presentimiento sea cierto- sonríe

- Jeje, eso espero

- Qué bueno que hayas salido, necesitas la luz del sol, estás muy pálida

Me encongí de hombros y sólo miré el cielo y algunas nubes pasar lentamente.

A la hora del almuerzo, como de costumbre nos sentamos en el enorme, limpio, ordenado y silencioso comedor, extrañaba esto.

Después fui hacia mi habitación y me dispuse a escuchar música. Pero fue interrumpida por una llamada.

- ¿Qué quieres Minami?

Le dije perezosamente.

- ¡Maldita sea Akane! ¡Al fin contestas! ¡ESTABA PREOCUPADA POR TI MALDITA SALAMANDRA!

- Oye, no me llames asi..

- ¡No me importa! ¡Me importa que estés bien!

- Eh si, gracias...

- Dime, ¿qué rayos sucedió con ustedes?

Ah, otra vez lo de ayer..

- No quiero hablar de eso, estoy algo cansada

- Dime o llegaré a tu casa