Tú... ¿De Verdad Me Amas?

Capítulo 44

No podía explicar qué maldito sentimiento tenía ahora, al oír gente gritando y celebrando que Gakuen había ganado.

- Descuida Shin-chan, tal vez tengamos suerte la próxima vez- trató de animarme

Sólo lo miré molesto y empecé a caminar hacia los vestidores.

- Buen juego... Midorima

Me detuve al instante que oí esa voz.

- No tiene nada de bueno esto- le informo a Aomine

Suspira- Sé que estás molesto pero... Vamos, no caigas tan bajo por esto..

- Ahórrate tus comentarios ¿quieres?- le interrumpí

Se sorprende un poco pero sonríe levemente- ¿Aún sigues en pie la regla de vencernos?

- Si, ¿por qué no eh?

- Hmm, pensé que ya lo habías olvidado

- Te apuesto que no y deja ya decirme idioteces, no tengo tiempo para tus absurdos comentarios

- Deja de ser tan orgulloso Shintaro, por eso te va muy mal...

Maldito...

Lo reto con la mirada- Tú también deja de ser orgulloso que esta victoria pronto será fracaso Daiki

No me dijo absolutamente nada más que chasquear la lengua e irse con una sonrisa burlona. Maldito engendro, ¿quién se cree?

Estando ya en los vestidores, decidí no quitarme el uniforme, sólo me puse la chaqueta y el buzo de la universidad. Tomé mis cosas y salí de ahí.

Maldita sea, juro que ganaré el próximo juego, no dejaré vencerme ante él ni a nadie.

Justo cuando salí de ahí, me encontré a Akane cerca de las gradas que al verme corrió hacia mi.

- Lo siento mucho, quizá ganes en otro momento- me sonríe

- Descuida, ya pasó. Vámonos ya- empecé a caminar

- Arriba ese ánimo, sé que podrás ganar la próxima vez- toma mi mano y entrelaza nuestros dedos

- Si, está bien Akane

Tendré que esforzarme si quiero vencerlo, no importa cuán difícil sea.

Era demasiado temprano asi que ella sugerió ir hacia un pequeño estanque donde hay unos patos o lo que sea que haya ahí. La verdad no tenía ánimo para eso pero me hizo varias súplicas y al final acepté cansado.

Se apoyó al varandal que había y miró con asombro a esos animales.

- ¡Vaya! ¡Son muy lindos! ¿Verdad que lo son?- me mira

- Si lo son- me detengo a su lado

-... Quisiera darles comida- hace un puchero

- ¿Para qué? Los cuidadores de aquí los alimentan

- ¡Lo sé pero tienen hambre! ¡A leguas se mira!- señaló a dos patos

Sólo los miré uno de ellos comer la porquería del otro animal.

Qué asco...

- Iré a comprar algo ¡No te vayas!- dicho esto salió corriendo hacia un local de frituras o algo así

Varias personas miraban con cierto encanto a esos patos.

¿Qué tanto les gustan verlos? Son asquerosos

- ¡Hola!- y aquí venía aquella pareja de atolondrados

- ¿Qué hacen aquí ustedes?- les pregunto