Capítulo 36

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La miro sonriente y espero alguna palabra de ella.

- Hola... Akane- tímida, cómo siempre

- Si, la mismísima- bromeo un poco- ¿cómo has estado? Hace días que no te veo- ante mi comentario ella desvió su mirada algo incómoda

- Ehh.. He estado bien. He faltado porque... No he tenido ánimos de ir a clases

- Y ahora si ¿no?- asiente lentamente- genial entonces

- Si..

Llevo una mano hacia mi mentón, observándola curiosa.

- Hmm, bueno, ¿y qué lees?

No me dice absolutamente nada y sólo me extiende el libro.

- "A través de miles de puertas por el tiempo"- entrecierro un poco mis ojos- ah, ¿entonces es de misterio?

- Así es

- Genial heh- le doy de nuevo el libro y me preparé a lo que venía- Hanami..., ¿de casualidad tú tienes algún problema?

Detuvo su lectura y cerró algo fuerte el libro, me miró muy seria.

Ay madres, me dió escalofríos.

- No, no tengo problemas- responde firmemente

- Ah, eso es bueno- le sonreí nerviosa

- ¿Por qué la pregunta?

- ¿Y-Yo? No nada, sólo que... Curiosidad, ya sabes- desvío la mirada

- Uhm. Bueno, deberías ya ir a tu facultad, los estudiantes del consejo estudiantil pueden darte un castigo si te ven en la facultad equivocada- abre nuevamente el libro y se dedica a leer

-... Claro, ¡es cierto! Se me habia olvidado- finjo cierta torpeza- nos vemos entonces, te esperaré en la hora del almuerzo- empiezo a caminar

-... Está bien

Fruncí el ceño y me dediqué a salir de ahí.

¿Por qué actuó de esa manera? ¡Vaya! Si que estoy rodeada de gente extraña.

Al salir de ahí, me topo otra vez con el estúpido que choqué anteriormente. Sólo arqueó una ceja mirándome con disgusto.

- ¿Qué? ¿Acaso viste un fantasma? Muévete que tengo prisa idiota- le paso de un lado pero sujeta mi muñeca- ¿qué te pasa?

- Es mejor que te controles, no quieres tener un castigo ¿o sí pequeña pelirroja?- lo miro molesto

- Ah qué miedo tengo, suéltame y no me digas así- trato de zafarme pero sólo se intensifica.

De pronto su rostro se acerca al mío, quedando escasos centímetros.

- Cuídate mejor, no vaya a ser que te dé un castigo

Con brusquedad me zafo.

- Si cómo no, piérdete idiota- lo miro enfadada y empiezo a caminar, sintiendo su insesante mirada sobre mi.

Sin duda alguna me equivoqué otra vez.

{...}

La hora de clases llegó y cómo de costumbre tuve que prestar atención obligatoriamente.

Miraba cansada al profesor, estaba aburrida de escuchar fórmulas y fórmulas salir de su asquerosa boca, en serio odio biología..

- ¿Alguien puede explicar coherentemente este ejemplo?- pregunta y como de costumbre todos se quedan callados

Tú... ¿De Verdad Me Amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora