Con solo 18 años me tuve que fijar en él, tan correcto, tan centrado.
Mi cuerpo se eriza cada vez que me mira....
Teniendo un gran defecto.....
Es el padre de mi mejor amiga........................................ y no es soltero.
ADVERTENCIA: Cont...
Miguel me observa, tanteando el terreno no sabe cómo proceder ahora, tiene en su cabeza una batalla campal de hacer lo correcto o acostarse con una alumna, pero su fuerza decae abruptamente cuando vuelve a aprisionarme contra la pared del estacionamiento en el que estamos, donde me llevó a rastras desesperado hacia su auto estacionado, quiere devorarme entera, y noto que esta al emocionado gracias a mi, y eso me hace hervir la chichi una cantidad. Mi profe me desea, y me calienta, busca en sus bolsillos la llave de su auto y yo no puedo parar de reírme con su desesperación hasta que veo sus manos temblar y trato de ayudarlo metiendo una de las mías en su apertura delantera, tanteo tanteo pero no hago otra cosa que agarrar algo duro y blandito a la vez y no son precisamente las llaves. Hasta que las encuentra en un bolsillo escondido de su chaqueta por dentro, me las muestra con sus hermosas mejillas sonrojadas, y su respiración agitada, le planto un beso y nos metemos en el auto sin siquiera saber dónde me llevará.
Ohhhh guau, cuando entramos en su departamento no puedo mas que imaginarme las cosas que me hará en cada rincón, sillones colgantes en una esquina?, que onda esto de los solteros que contratan decoradores minimalistas modernos jajaja pero de algo van a servir y mucho, camino a oscuras por el lugar, mientras que Miguel cuelga las llaves y yo me caigo despatarrada en el suelo al tropezar con algo a mis pies, el muy guacho aplaude y las luces se encienden y no hago otra cosa que fulminarlo con la mirada, hasta que me doy cuenta con lo que me tropecé, una muñeca pepona, esas que se le dan de comer, toda manchada con comida y con un pañalcito de su tamaño, mis ojos salen de órbitas, viendo alrededor con mas detalles me encuentro con una sillita de comer, juguetes de niña tirados en un rincón, y hasta ahí fue mi morbo, mi libido cayó en picada totalmente, y él con su sonrisa esplendida fuera de ponerse nervioso me levanta y sin explicaciones me besa.
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