El Padre De Mi Mejor Amiga (+18)( En Edición)

Disparo

Mis ojos se salen de orbitas al ver la espantosa escena que se muestra ante mí, como puede una madre actuar de esta forma, siempre supe que se llevaban mal, pero jamás pensé que no la quería, los gritos de Marcos diciéndole que baje el arma, que su problema era con él, no puedo creer lo que estoy viviendo, la idea de perder a mi amor me hace desgarrar el alma, mis lágrimas brotan sin parar por las mejillas heladas, Alex mi hermana no puedo permitirlo, y en un abrir y cerrar de ojos me abalanzo sobre la mamá de mi amiga, el forcejeo se hace interminable, los gritos de Alex y Marcos retumban en la sala, y yo solo puedo tomar esa fuerza del amor de mi vida, hasta que se escucha un disparo, mis pupilas se dilatan junto con las de ella, nos miramos fijamente hasta que siento la humedad en mi remera, la mancha carmesí que se extiende por mi cuerpo, va encharcando cada parte donde piso, y lo único que logro escuchar es a Marcos diciéndome te amo y el sonido de unas sirenas mientras mis ojos decaen llevándome a la oscuridad.

POV. Marcos

Han pasado 3 meses desde el accidente, estoy aún aquí con mis manos enredadas en las suyas, la esperanza va decayendo y lo único que pienso en la vida, en los momentos vividos y en sus ojos lo cual tanto amo mirándome con adoración. Cuando vi derrumbarse el cuerpo de Beka mi mundo se vino abajo, había perdido el amor de mi vida, el frio en la habitación inundó mi piel, la risa satánica de mi ex se escuchaba como un silbido en mis tímpanos, corriendo hacia ella me agache no sin antes ver como Miguel se posicionaba por detrás de Micaela y la sujetaba fuertemente. Me prohibió de su mirada al escuchar mi vos, fue ahí mismo la última vez que pude ver sus increíbles ojos, no pude ni siquiera abrazarla ni besarla ya que los paramédicos se la llevaron, luego me enteré que antes de bajar Miguel había escuchado los gritos de Micaela por lo cual había llamado a la policía y estos por rutina llamaron a una ambulancia.

No dejo de mirarla, postrada en esa cama impoluta por su blancura, yace su cuerpo inerte conectado a un sinfín de máquinas para mantenerla viva, este coma esta matándome cada día, un milagro necesitamos, la bala le perforó un pulmón, por eso su bella boca y nariz están abrigadas por esa mascarilla. Soy un hombre nuevo, solitario mis días pasan en una habitación de hospital, Alex viene todos los días a ver a su amiga y traerme algo de ropa y comida, Miguel no la deja sola ni un segundo, eso es lo que me gusta, es muy compañero, y sabe muy bien que yo no estoy para apoyarla en este momento, sin ánimos, sin fuerzas, y con ganas de irme junto a ella, poder encontrarla en el paraíso y que juntos vivamos felices, pero no puedo tengo que ser fuerte, tengo una hija que me necesita y una más en camino, si mi amor está embarazada, me enteré cuando le hicieron los estudios pertinentes ya que no podían administrarle una droga fuerte sin estar seguros, aunque los médicos cada día me dan partes desfavorables, mis esperanzas no se pierden, algo muy profundo me dice que sus ojos se abrirán.

Estoy en la cafetería tomándome un café, solo salí para poder mover un poco mis piernas que duelen de estar tanto tiempo sentado junto a ella, por los parlantes se escucha una vos de lo más agitada pidiendo urgente al Dr. Martin en la habitación 202 la cual está mi pequeña.