El Padre De Mi Mejor Amiga (+18)( En Edición)

Peligro

Estoy recostada sobre este sofá tan mullido, recordando cada parte del cuerpo de Marcos, mis pensamientos se direccionan hacia su parte inferior y no hago otra cosa que acalorarme, metiendo mis manos bajo el pantalón de lino el cual tengo puesto. Contenta porque mis padres han decidido irse de vacaciones para descansar de la rutina hacia unas playas paradisíacas, muy feliz por ellos, cada día demuestran su amor en pequeñas y grandes cosas y esta es una de ellas, cuando papa llego con una plancha en su caja, en el cumpleaños de mama, ella no lo podía creer, cualquier hombre sabe que no se regalan esas cosas ni en cumpleaños ni en el día de la madre, pero ahí estaba esa cosa rectangular apoyada sobre la mesa ratonera, mientras que mama y yo la estudiábamos y pesábamos en que maldad hacerle a papa para que pague por esto, hasta que ella se dignó a abrirla y allí los encontró, vauchers, estadías, folletos para ir a las islas canarias los dos solos, y simplemente entró en llanto, así pasé una tarde entera abrazándola para que se tranquilice.

En fin acá estoy, ya mis mejillas en un tono carmesí, y mis dedos frenéticos recordando, fuera de mi burbuja se escucha el timbre de casa, y refunfuñando me levanto no sin antes acomodar mis prendas, ahí lo veo el deseo de mis pensamientos con su pelo alborotado y esa camisa negra ajustada al cuerpo, con unos jeans apretados, y su sonrisa ardiente. Me estudia, me examina cada parte, no puede ser que sepa que estaba sucediendo anteriormente o sí?.

Abalanzándose aprisiona mis labios, en un beso de lo más sugestivo y candente, siento sus manos recorrer cada parte de mi figura, y ya no hay más nada que hacer, más que sucumbir en esta tentación de hombre al cual amo, comienza a quitarme la blusa de tirantes que llevo hasta que se da cuenta que se traba en mis puntas, ya que no llevo sujetador, la saca, cayendo de rodillas ante mi desliza mi pantalón junto con mis bragas, sus manos ascienden encontrándose una vertiente en mí, la felicidad de sus ojos y su boca picante me dicen que ya estoy preparada para él, y sin preámbulos se deshace de sus prendas rápidamente y me penetra contra la pared, mis muslos son envueltos en su cadera para profundizar sus estocadas, Marcos nos traslada hacia el sillón y es ahí cuando comienza ese vaivén frenético, sus manos posicionadas en mis mejillas ardientes y su boca demostrándome en cada movimiento sus te amo a cada momento me hacen llegar al cielo arrastrándolo conmigo.

Ya más calmados sentados comiendo un helado de dulce de leche mi favorito que tenía en el frízer, el me comenta cada parte que vivió con su mujer, bueno ahora él la llama ex mujer, porque según mi amor con lo que tiene va a hundirla si ella se digna a poner una mirada en mi o en su hija.

Juntos emprendemos la ida a su casa para poder hablar con Alex, que nos espera para contarle las nuevas, la harán saltar de alegría, cuando ya estamos dentro, vemos a Alex frente al televisor la muy pancha pero un poco sonrosada y el producto de su estado aparece por la puerta de la cocina con solo un bóxer y su torso inmaculado un poco sudado, mis ojos son tapados abruptamente por una de las manos de Marcos, diciéndole que vaya a vestirse que su futura mujer no tiene que porque verlo medio desnudo en la sala, que solo a él vería así.

Ya solos Marcos, mi amiga y yo empieza el relato de cada suceso que presencio en la oficina de su madre. Los colores de Alex van desapareciendo pero no solo por la noticia que su padre informó sino por una muy nerviosa Micaela entrando por la puerta principal con un arma en su mano apuntándole a su propia hija.