MarkSon with a baby [MarkSon]

8. YooRi quiere besar a...

La menor de los Wang se despide de su hermana mayor, mientras esta entra a su escuela de artes marciales. Su papá Jackson entra al auto y conduce. Hay silencio en el auto, su hermanito TaeHyuk estaba  con su abuela y KyuWookie estaba dormido a su lado.

Observa por la ventana del auto como van dejando atrás los árboles. En algún semáforo mira hacia el frente, con la intención de contar por que tardaba en ponerse en verde; pero su atención se va a sus padres, que se besaban cortamente.

A YooRi no le daba asco mirar a sus padres dándose muestras de afecto. Por el contrario, le parecía un bonito detalle, sus papis se amaban.

—¿Por qué se besan?—.

—Porque somos esposos y nos amamos—Jackson es quien responde a su pregunta.

—¿Necesitan ser esposos para besarse?

—Pues...—Es interrumpido.

—Sí. Necesitan ser esposos y tener al menos un año de casados para besarse—El chino interfiere antes de que Mark continúe. Comienza a conducir cuando ve el color verde en el semáforo.

No quería que su hija supiese lo que es un novio, no aún.

—¿Cuando me case con SikJi oppa nos podremos besar así?—Ladea su cabecita.

—¿Qué?—Jackson se gira a mirarla, ya totalmente sorprendido. Olvidando que está al volante.

—¡Jackson!, ¡Concéntrate en el camino!—Reprende su esposo. Rápido regresa.

—¿Qué has dicho?, ¿ese niño te dijo que iban a casarse?, ¿te quiere besar?, ¿te hizo algo?, ¿te dijo algo?—Lanza preguntas tan rápido como puede.

—Es SikJi, por Dios—Mark murmura, mirando al hombre a su lado. Era un niño callado.

—Sí, ¿no has escuchado eso de que los calladitos son los más sorprendentes?

—Jackson.

—Ya, solo estoy diciendo.

—Él no me ha dicho nada. Pero supongo que no está mal que yo le pida matrenomio a él, ¿verdad?

—No es matrenomio, amor. Es matrimonio. Y por supuesto que no le vas a pedir que se case contigo—El hombre sobre protector niega.

—¿Por qué no?

—Eres muy pequeña.

—Pero cuando sea grande, podemos esperar. Él me esperaría, es muy paciente.

—Dije no.

—Pero papá...

—No. Y es mi última palabra—El silencio reina en el auto y Jackson sisea un:—Espero no ver a ese niño en un buen tiempo.

Mark ríe con diversión ante el tono rencoroso de su marido. Estacionan el auto y él decide hablar.

—Lástima que vengan hoy por la noche a casa—Y sale, viendo como el castaño está asimilando las palabras.