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El día. Ya había llegado el día. Sábado por la mañana.

Hyunjoon seguía intentando no demostrar interés en Kevin, aunque por dentro estaba a nada de gritar. Se le podía comparar con una de estas adolescentes cuando van a sus primeras fiestas en los quince o dieciséis años.
Nada más imagínense, la persona que significa para ti el mundo entero; te preparó una sorpresa. Está tan radiante como siempre, y la mejor parte era que estaba radiante para y por ti.

Algo totalmente envidiable, maravilloso. Tantas personas desearían estar en su lugar, porque, hablando seriamente, el no creyó que sería correspondido. Pensaba que las palabras ya no eran suficiente para describir cómo se sentía.

Kevin por su parte esperaba que todo saliera al pie de la letra, impresionar a su Hwallie era lo que más deseaba. Ya era un tanto tedioso que le estuviera intentando ignorar. Quería que en parte se arrepintiera de ello y le diera un montón de besos, tal como merecía. Una especie de premio, por decirlo así.

Estaban juntos en un taxi que Kevin se había empeñado en pagar, gastando así definitivamente más de la mitad de ahorros que solía tener.
Ambos iban en casi total silencio, de no ser por la radio del taxista. Podrían hablar sobre la sorpresa y lo que iban a hacer estando ya en la cabaña pero aún temían un poco; era algo más personal y también puede que el señor hubiera sido homofóbico, nunca se sabe con certeza.

Después de todo el trayecto el cual duró más de dos horas entre tráficos y distancia; llegaron. Llevaron su equipaje suficiente hacia la cabaña, Kevin pagó la suma de dinero y cuando el taxista ya se retiró, hablaron al fin.

Tenía esto planeado desde antes de que tuviéramos esa conversación por celular.ㅡ Comenzó Kevin. -Obviamente costó y mi billetera sufrió las consecuencias más graves, pero con esto no se te ocurrirá volver a ignorarme.ㅡ Sonrió con cierto orgullo.

No me esperaría menos de ti, la verdad.ㅡ Admitió.
Entrelazaron sus manos de la más dulce forma y el mayor pasó a abrir la puerta de la cabaña.

Los ojos de Hyunjoon comenzaron a brillar de una manera indescriptible, notó la gran mayoría de detalles en unos segundos y se sintió un tanto tonto por no darle cariño suficiente a Kevin. El tiempo vuela y sí o sí pudo haber aprovechado más. Sin perder ni un segundo de más, apoyó su otra mano en la mejilla de Kevin y juntó sus labios. Sólo con esas muestras de amor es que las cosas más lindas de la vida, como aquellos detalles que él había preparado; se podían pagar.

Vaya que se sentía bien y satisfecho. Tratándose de quien para él era el bebé más dulce, cada centavo había valido la pena; incluso si acababan de empezar ese fin de semana que pasarían juntos.
Ese momento era asimilable a como si el mundo hubiera parado sólo por ellos. Tenía un parecido a la típica esencia de "los demás no importan" de las películas y series románticas. Dos almas que se necesitaban, amaban y cuidaban; eso era la mejor definición para ellos y lo que estaban sintiendo.

Pero no terminaba allí.

El beso dio término únicamente porque Hyunjoon quería leer aquella carta que Kevin había dejado en la mesa.

Soltando la mano de quien robó su corazón, se acercó a paso lento a la mesa. Se sentía tan bien, todo era parecido a una película y él era tal como el personaje principal. Sin más preámbulos tomó el pedazo de papel y empezó a leer cuidadosa y alegremente.

"Esto es para mi pequeño Hyunjoon. Sí! Aquel de apellido Heo. Aquel a quien desde mi memoria siempre estuvo ahí.

Hay una cosa que te tengo que dejar en claro, porque al parecer no lo has notado aún~.

Me gustas.
Me gustas mucho. Me gustas tú. Me gustas, Heo Hyunjoon. Me gustas, Hwall. Me gustas, Hyunjoonie. Me gustas, Hyundoonie. Me gustas, Hwallie. Me gustas como no te lo imaginas.
Me gusta cada parte de tí y tu presencia cerca mío es incluso mejor que cualquier bendición. Te extrañé con cada parte de mi ser los años que tuve que irme, no podrías ni creer cuánto te extrañé. ¡Dejar a mi bebé! Eso sí que es sufrimiento.

Cuidar de ti fue lo único que pude hacer mientras eramos niños, no sabíamos qué eran los sentimientos fijamente y fue cuando estaba lejos que me di cuenta lo mucho que hacías a mi corazón saltar. Así como esa frase; "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", sí, algo así.

Incluso si casi siempre has querido demostrarte como alguien asombroso y fuerte frente a los demás; eres un pequeño lleno de amor, lleno de bondad y pasión.

Es por eso y mucho más que te amo. ¡Te amo! ¿Lo entiendes? Te amo. Te amo montones, muchísimo.

- La Luna que intentará iluminarte por las noches, Kevin."

Hyunjoon terminó de leer con sus manos temblando un poco, él también lo amaba. Quiso darse la vuelta y abrazarlo hasta el final de los tiempos, pero pasó otra cosa.

Se dio la vuelta y Kevin tenía una caja en las manos. Justamente notó un brazalete en la muñeca de su mano derecha y se le vino a la cabeza una idea de lo que pasaría.

ㅡHeo Hyunjoon, esto parece muy desprevenido, pero ya no aguanto más esta presión en mi pecho. ¿Te gustaría ser mi novio, oficialmente?

Levantó la cobertura de la caja y ahí estaba el otro brazalete. Ambos eran de plata y brillaban casi tanto como los ojos del menor en esos instantes.

ㅡSí, sí, sí. Sin dudarlo, sí, Kevin.

Se besaron y Hyunjoon más entusiasmado que nunca, se colocó el brazalete.

Aquello daría a ambos felicidad el resto de su tiempo. Esa confianza que les faltó mucho tiempo ahora se establecería en sus vidas. Todo lo que les había faltado, ahora en pasos lo obtendrían. Más que un simple noviazgo, era la unión de dos corazones que latían por el otro, más que haberle regalado una simple pulsera, le había regalado su corazón parte por parte.

Sólo felicidad había ahí.

¿No es así?

insomnio ー kwall。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora