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Dos días después.

Se encontraba algo extraño y desubicado, ¿porque le importaba tanto si ese imbecil se acordaba o no de su existencia?

Maldijo en voz alta y pateo la bola que estaba frente a él, su molestia no era aplacada desde el día que Yamikumo desapareció, que exactamente fue hace dos días.

¡Dos putos días que no sabia nada del peliverde!

La bola golpeo contra uno de los postes de la cancha en la cual se encontraba la inmensa plaza de deportes, la mansión se dividía en cuatro sectores diferentes.

El primero, los jardines en los cuales estaban ubicados la piscina de enorme tamaño, considerada demasiado grande para su gusto, las canchas de football, así como de Basketball que compartían la extensión de un mismo terreno, mas al fondo estaba un pequeño laberinto bastante alto de arbustos bien cortados y con diferentes formas, lo cual alguno de ellos tenían formas de animales.

La segunda parte era el área del invernadero, un enorme edificio de cristal de la mejor calidad se alzaba al oeste de la mansión, donde todo tipo de plantas exóticas crecían bajo su manto. Estaba ubicado también un pequeño lago adjunto a un mini bosque donde el centro era adornado por un hermoso árbol de cerezos.

Vagamente recordaba haber almorzado con su marido, cuando el árbol había florecido en primavera.

En el tercer espacio estaban los establos donde los caballos de su esposo eran alimentados y cuidados, hermosos animales de suave pelaje que costaban mas que una jodida casa en esos días.

A veces se preguntaba donde conseguía Deku tantos ejemplares diferentes.

Y por ultimo la cuarta parte del terreno estaba un inmeno galerón donde tanto él como Izuku guardaban sus lujosos autos, desde modelos como Ferraris, Volvos, Jaguares así como Lamborginis en diferentes tonos y colores ocupaban cada espacio, las motos de su marido así como también la camioneta Ford que le había regalado para su cumpleaños estaban parqueados dentro.

Katsuki vislumbro con seriedad todo su alrededor, y aunque se sintiera lleno de lujos que cualquier mortal podría desear, al final del día se encontraba solo...

Solo desde el momento que se caso, solo desde el momento que acepto que ese matrimonio solo era para su beneficio, pensando que el amor, la felicidad y esas cursilerías que Kirishima le contaba que tenia con su pareja no eran necesarias en su vida.

Por primera vez... se había planteado ¿Que estaba haciendo? ¿A donde quería llegar con esa farsa?

¿O era acaso, que hasta ese momento en que tuvo sexo con el peliverde que se dio cuenta de su error?

Amaba a Deku, eso no podía negarlo, pero la vida que estaba viviendo ya no era interesante, había perdido el afán y la adrenalina de ello de un solo golpe.

¿Que haría ahora con esos sentimientos difusos, y complejos?

El vibrar de su celular no se hizo esperar mientras limpiaba el sudor de su frente por el intenso calor del medio día.
En la pantalla apareció Numero Desconocido, el cual al abrirlo sonrió como un completo idiota.

Te extraño y deseo verte si me lo permites, pasare por ti hoy a las 3:00 de la tarde, quiero que paseemos juntos por un lugar divertido. Esperare ansioso...

Con amor Yamikumo...

Sería el idiota mas grande de la historia.

Porque acepto de inmediato la invitación. Cuando se trataba de su amante...

¿Su amante?

¿Acaso ya lo consideraba como su amante con todo el derecho? Se preguntó meditativo mientras caminaba de regreso a la mansión.

¿Amor O Deseo? ★DekuKatsuYami★ Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora