Capítulo 4: El valor de la confianza.

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Hace 3 años, se escucho una noticia que tenia a todos fascinados.

En un pueblo al este de Amestris, llamado Lior, estaba teniendo su auge una cierta religión. En ella se utilizaba la alquimia bajo el nombre de "milagros de Dios" y el predicador intentaba hacer un golpe de estado utilizando a sus seguidores como los más fieles soldados que no les importaba dar su vida con tal de servirle al "señor".

Todo esto fue evitado gracias a un pequeño alquimista que llegó de buenas a primeras a ese pueblo y con astucia logro descenmascarar al predicador frente a todo su pueblo. Aunque después de ese evento, el pueblo entero cayó en caos, aquel chico logro unificarlo y evitar que hubieran perdidas que lamentar.

Por esa gran asaña, aquel chico fue llamado "El Sol de Lior".

Cuando Winry se imagino a aquel alquimista, pensaba que sería un gran guerrero, guapo y caballeroso. Recuerda que muchas veces había platicado con sus amigas acerca de conocerlo. Esos recuerdos eran los que más eco hacian en su corazón. Las risas, las peleas, las bromas... Todo eso ahora parecía tan lejano.

Intentaba pensar en todos esos momentos para poder quedarse dormida... Pero no resultó como ella esperaba. No había podido pegar el ojo en toda la noche y ahora debajo de sus hermosos ojos azules, habían enormes y marcadas ojeras.

¡Rayos!... Mi primer día de trabajo y yo toda ojerosa.- soltó un suspiro. El día sería demasiado largo... Un día completo con Edward Elric, en un vagón del tren... sentados el uno frente al otro.- ¡Que otra desgracia hace falta que me pase!

Alguien tocó la puerta de su habitación; parecia que estaban intentando derribarla.

-¡Oye! ¡¿Ya estas despierta?! ¡Rápido que se nos hace tarde!.- la voz le pertenecía al chico culpable de sus ojeras.

Okey... Sip, nadamas faltaba eso.

Después de cambiarse de ropa, corrió al comedor donde prácticamente, aspiro el desayuno. Edward se había levantado muy temprano en la mañana para hacer ejercicio junto con su hermano menor Alphonse y regresar para el desayuno, ahora, se encontraba impaciente en la puerta principal de la casa.

Winry salió disparada detrás de Edward. El Coronel Mustang y la Teniente Hawkeye, ya los estaban esperando con el automóvil listo.

Winry subió dando tropiezos con su maleta con todas sus herramientas y cosas necesarias para hacer el mantenimiento al auto-mail de Edward, cuando él lo necesitará.

-¡Eres muy lenta para comer!

¡Q-q-que! Si casi me trago la cuchara por comer rápido ¡Idiota!.- tomo una bocanada de aire y suspiro.- tranquila... Tienes que demostrarle a este enano que no podrá contigo.

Le devolvió una sonrisa amable y le contesto cortésmente.

-Prometo no quedarme dormida y ser más rápida para la próxima. Gracias por la observación.

Edward abrió los ojos como platos, sorprendido por la respuesta, pensaba que esa chica explotaria enojada. Una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro.

... Está chica ¡Es tan interesante!

Viéndola con más detenimiento, era muy linda, llevaba puesto un vestido con estampado de flores que le llegaba a la rodilla y que permitía ver el esbelto cuerpo de la joven; junto con unas botas largas color café oscuro que la hacia ver más grande de estatura, su largo y fino cabello rubio, a pesar de estar algo desarreglado, no dejaba de danzar con cualquier movimiento que ella hacia.

Polos Opuestos (FINALIZADA). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora