Capítulo 8: Inquebrantable.

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Habia comenzado a llover mientras Edward iba caminando tranquilamente por las calles de Central, después de haber dejado a Winry y Alphonse en la estación de tren. No sabía que era tan difícil dejar a su hermano menor irse solo, y mucho menos a aquella chica tan risueña. Llevaba muy poco tiempo conociendola aunque tenía que admitir que ya era parte de su vida.

Sabía que ambos estarían a salvó en Resembool, ahora tenía que concentrarse en la relación que tenían Dante y su tío Adolf,  y su próximo objetivo. Para pensar mejor, le había pedido a Roy dejarlo volver solo a casa. Sabía que pasaría un tiempo en lo que su tío intentará volver a hacerle daño.

Yo soy su principal objetivo... Aunque después que hayan acabado conmigo seguirán con Al y el viejo...tengo  que atraparlos antes de que lograren matarme y evitar que toquen a Al.- Iba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien había salido de un callejón y se interpuso en su camino.

-¿¿??

Era alguien mucho (pero mucho) más alto que él, de tez morena, cabello blanco, su ropa estaba algo desgastada y llevaba unos lentes negros... Aunque se podía apreciar una gran cicatriz en forma de cruz que atravesaba su rostro. El gran hombre se acercó a él sin previo aviso con un cuchillo en la mano.

-¡Arg!.- Edward ya estaba acostumbrado a ese tipo de ataques así que lo esquivo con facilidad. Chocando las palmas, un rayo blanco azulado surgió de ellas y al tocar su brazo de auto-mail se convirtió en una cuchilla.- ¿Te ha enviado Adolf?¿Eres de uroboros?

El hombre no le contesto, solo se limitó a seguirle atacando. Edward sabía que tenía que quitarle el arma para evitar estar en peligro. Su atacante se lanzó nuevamente hacia él, aunque ya se habia puesto en guardia para interceptar su golpe con su brazo-cuchilla, pero antes de llegar a golpearle, el hombre dejo caer su arma.

-¡¿?!.- Edward no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

Solo basto que la palma de la mano izquierda de aquel hombre rosara su brazo para que este explotara en miles de pedazos.

-Tu alquimia es poderosa, pero no puedes hacer nada si no tienes tus dos brazos ¿Estoy en lo correcto?

-Kh.- Edward apretó los dientes reconociendo su derrota, pero aún no podía dejarse vencer, no antes de atrapar a tu tío y a Dante para proteger a su hermano y a esa chica. Se giro rápidamente y corrió lo más rápido que pudo.

Tengo que admitir que odio huir de una pelea, pero ese tipo no me deja opción ¡¡¿¿Que demonios fue eso??!! ¡Por supuesto que fue hecho con alquimia! Pero... ¡¿Qué tipo de alquimia?!.- Miro por encima de su hombro, no veía a aquel hombre por ningún lado, soltó un suspiro de alivio.- Tengo que apresurarme a llegar a casa o al cuartel...

Sintió un escalofrío que recorría su espina dorsal, al levantar su mirada vio como aquel hombre se lanzaba desde el segundo piso de un edificio cercano a él.

¡¡¡¡¿QUE DEMONIOS ES ESTE TIPO?!!!!

Salto a un lado para evitar que le cayera encima, se alejó lo más que pudo para poder poner su mente en orden. Sin su brazo derecho, no podía utilizar la alquimia, además de que no sabía nada del estilo de lucha de su oponente.

El hombre peliblanco se acercó a él lentamente, como una bestia salvaje acechando a su presa, Edward no pudo evitar retroceder. La gente que estaba a su alrededor salió corriendo al ver la escena.

Si logro hacer el mayor alboroto posible, podré llamar la atención del ejército. ¡Je! Perfecto.- una de las mayores habilidades que tenía era el crear un gran espectáculo cuando se lo proponía.

Polos Opuestos (FINALIZADA). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora