Todas quieren un Sebastian | ♡ Sebastian Stan ♡

∆ Capítulo 25: Encuentros...

Encuentros esperados

Llegamos al restaurante y bajamos del coche. Instantáneamente Seb se acerca a mi para tomarme de la mano. Le sonrío con dulzura por eso. Dios, estoy tan nerviosa que él lo nota así que se la lleva a la boca para besarme el dorso.

Doy un suspiro y continuamos caminando.

El lugar se ve igual que como lo recuerdo, sólo que hay algunos detalles que han cambiado. Está lo bastante pintoresco para estar acorde a donde se ubica.

Frente al negocio estan las mesas para los comensales, bajo un techo con arcos de ladrillos a la vista, llamado bóveda catalana. Siempre me ha parecido impresionante.

Grandes puertas de hierro con vidrio repartido nos reciben con algunos carteles que dicen pasta y pizza.

Cuando entramos notamos que ya hay algunas personas almorzando, junto con el murmullo y sonido de cubiertos. Típico de un restaurante. Mi vista se va hacia el mesón de recepción quien se encuentra Minerva, la actual esposa de mi padre.

Nos acercamos allí a paso despreocupado.

—Hola Mine —saludo algo tímida, ella levanta la vista y su cara de sorpresa se hace notar al instante junto con una gran sonrisa.

—¡Serenay Domenica! —grita con ese acento típico de aquí. Ella se acerca a mí para darme un fuerte abrazo haciendo que yo le corresponda.

El hecho de que sea la persona que separó a mis padres no da a entender que la odie, bueno, sí al principio. Pero luego maduré y comprendí que no era asunto mío las decisiones de mi padre. El amor entre mis padres llegó a su fin y eso tengo que respetar quiera o no.

Despues de todo son adultos, y lo cierto es que la mujer me agrada un montón y me era imposible no quererla ya que era una persona muy dulce, agradable y algo...

—¡Te he visto en la televisión! ¿y éste guapo, es tú novio? —pregunta soltandome y luego abraza a Sebastian con toda naturalidad.

—Eh...

¿Qué podía decir?

—Si, el novio —sonríe Seb—. Sebastian...

—¡Stan! —exclama con emoción—. El del Capitán América, lo siento mis hijos son fanáticos de Marvel —ambos reímos por la mera mención que hace—. Se van a quedar a comer ¿no? ¡Marcela! Ubicalos en la mejor mesa.

Es en estos momentos en que me siento, otra vez, como sapo de otro pozo. Tanta emoción por parte de Minerva me hace sentir mareada.

—Minerva ¿y mi padre? —interrumpo su emoción.

—Él vendrá dentro de poco, ha ido por tus hermanos a la estancia. Por cierto están aquí, en Roma.

—Lo sé mi madre me ha contado...

—Pues éste sábado -interrumpe-. estaremos todos reunidos, obviamente vendrán, ¿no?

Observo al ojiazul por un momento y éste me sonríe asintiendo como respuesta a que irá también al cumpleaños de mi padre.

—Si. Claro -contesto y mi mente va hacia lo último que dijo-. ¿Todos reunidos?

—¡Pues claro Domenica! Es el cumpleaños número 50 de tu padre y lo festejaremos en la estancia. Vendrán tus tíos, abuelos, primos...

La larga lista era casi infinita como la película de Avengers. Es obvio que irá toda la familia, hasta mi madre seguramente podría asistir. Recuerden la regla principal.

Estaremos juntos en cada cumpleaños, fiestas, Navidades y Años nuevos, barra mi cumpleaños, siempre juntos. Por más que haya peleas o lo que sea de por medio en la familia.