Forbidden • [YoonKook]

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Tal vez no era lo correcto.

No, en realidad no era correcto y JungKook estaba convencido de ello, pero una muy pequeña parte de su cerebro le gritaba que se equivocaba, que no estaba tan mal y que él no era un mal amigo, pues cuando miraba a Yoongi a los ojos y este le sonreía con dulzura y sus ojos brillaban con ilusión estaba seguro de que aquello era lo correcto.

Ellos sólo habían llegado tarde, el destino solo había jugado con ellos y se había burlado en sus caras.

Estaba mal, se repetía una y otra vez cuando las manos del rubio recorrían su cuerpo con delicadeza y le besaba despacio. Estaba mal aún cuando el mayor le repetía una y otra vez lo jodido que era todo, pero lo malditamente hermoso que era y lo mucho que le volvía loco.

No estaba tan mal, de pronto cuando después de entregarle más que su cuerpo JungKook descansaba en el pecho de Yoongi con los latidos de su corazón arrullándole en medio de la noche. No era tan jodido cuando le tomaba de la mano y besaba sus nudillos con suavidad mientras su mirada se perdía en sus delicadas facciones y se quedaba atorada en sus labios.

Era perfecto y definitivamente no estaba mal cuando el mismo dejaba escapar esos te amo entre susurros y Yoongi le respondía con la sonrisa más bonita del mundo y las mejillas sonrojadas, estaba bien porque el rubio se avergonzaba y escondía su bonito rostro entre sus manos antes de susurrarle que el también le amaba más que a su piano, sus libros o al mismo cielo azul.

JungKook quería convencerse a si mismo qué tal vez algún día, cuando el tiempo pasara y su mejor amigo encontrara a alguien mas, él podría salir de la mano del rubio sin sentir miedo o que aquello estaba mal, enserio quería.

JungKook quería convencerse a si mismo que él no era el culpable de las lágrimas de Jimin. El quería convencerse que Yoongi no había terminado con el mayor por su culpa, pues aquello había sido meses atrás, JungKook enserio quería. Enserio.

Pero no podía.

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