<< Bruno >>
Volvimos a hablar con el jefe de aquel antro, en el que había mujeres bien operadas meneando sus despampanantes cuerpos. Este nos confirmó la teoría de Luz y tuve que reconocer que aquella muchachita tenía buenas ideas. Quizás, y solo quizás, hubiera dado con la tecla que nos llevaría a resolver el caso.
En cuanto terminé la conversación con aquel hombre, desvié mi mirada hacia mi compañera a la espera de encontrar una expresión en ella rebosante de alegría, cosa que me molestaría muchísimo pues debía de haber sido yo quien hubiera descubierto ese pequeño pero valioso detalle. Lo que no me esperaba es que tuviera la mirada perdida en el fondo de aquel lugar y que aquellos ojos tan vivos mostraran cierta tristeza. Por inercia seguí su mirada y vi que su atención estaba fijada en un hombre que besaba fogosamente a una gogó rubia de ligera ropa.
Puse mi mano en su hombro, y el calor que desprendía su cuerpo, me hizo sentir sutilmente extraño. ¿Qué tendría esta mujer insolente para hacerme sentir este cóctel de emociones que me aturdía? Me enfurecía tanto como me ponía cachondo y ahora había descubierto que ver la tristeza en sus ojos, me fastidiaba de una manera anormal. Al sentir mi mano sobre ella sus ojos volaron buscando los míos y su expresión cambio a una que más que agradarme me disgustó inexplicablemente, ya que sus preciosos labios rosados se curvaron en una forzada sonrisa de "no pasa nada". La impotencia que me provocó aquel gesto me hizo retirar la mano con algo de brusquedad. La morena me había deleitado con una sonrisa de esas que sirven de defensa para que nadie te pregunte nada sobre tu estado de ánimo...Ese tipo de sonrisas que lo quieren ocultar todo.
Lo que más extrañaba era que yo me diera cuenta de la falsedad de su sonrisa, ¿tanto la había observado? No, no, probablemente fuera porque de manera inconsciente había ido asimilando aquellas sonrisas furtivas que lanzaba la muchacha de manera natural y que a diferencia de la de ahora eran adorables y tranquilizantes... ¿pero qué narices estaba pensando? ¿Qué cojones me hacía aquella chica? Y lo más importante de todo, ¿Cuándo se iba a largar?
- Venga vamos - asintió de manera algo sistemática y me siguió con demasiada sumisión. A pesar de que siempre andaba implorando que aquella desquiciada me escuchara y me hiciera caso, ahora verla tan complaciente y sumisa me fastidiaba - ¿no vas a decir nada?
- ¿qué quieres que te diga? - comentó mientras metía sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón y su movimiento me hizo fijarme en aquel bien puesto y precioso culito.
- No sé... quizás mira que lista soy o ves lo bien que hago mi trabajo - expuse en un tono seco, como siempre, pero quizás tenía la intención de que cambiara esa molesta expresión.
- Bueno... todavía no sabemos si ambas víctimas estaban en ella. Habría que corroborar los datos, como antes bien dijiste - contestó y yo metódicamente fruncí el ceño extrañado por aquella negatividad en doña positividad.
- ¿Qué pasa? ¿Porque estás de repente tan pesimista? - llevaba unas semanas trabajando con ella, pero en realidad parecía que la conocía mucho más que a personas con las que llevaba trabajando media vida, y nunca la había visto con una expresión distinta de la alegría o del enfado extremo.
- No estoy pesimista simplemente soy realista -replicó, pero omití la realidad de sus palabras. Aun no lo teníamos todo ganado, pero había que tener esperanzas. Siempre había que tener esperanza, ¿no?
- Te queda mejor el papel de la poli optimista, para pesimista ya estoy yo ¿no crees? - me miró con algo de sorpresa y con un encantador rubor en sus mejillas. Por un momento, me sentí orgulloso de haber conseguido despertar la expresividad real de aquella mujer.
- ¿Estás intentando ser amable? - puse cara de pocos amigos ante la incredulidad que destilaba su pregunta.
- Soy amable - contesté. Sonrió con gracia y no pude evitar sonreír ligeramente al ver brotar de nuevo aquella pacífica y agradable sonrisa suya. Si la contemplabas con detenimiento te dabas cuenta de que era una mujer que podía haber elegido cualquier profesión pues era lista y hermosa. Seguro que le hubiera quedado mejor ser modelo o profesora...pero policía era demasiado temerario para una muchacha tan delicada como ella.
- Pues sabes disimularlo muy bien - bromeó y yo le hice un mohín que la hizo reír antes de subirse al coche.
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Elígeme A Mí - #PSICOLOGAS1
Romance" Elígeme a mí" - #PSICOLOGAS1 - Elígeme a mí y verás tu mundo arder, tendrás que enfrentar cada uno de tus miedos, y estarás expuesta al dolor... - susurró con la voz roca mientras una de sus manos se enterraba en mi cabello. - ¿y si no te eligiera...